Expediente Andrés Hurtado ‘Chibolín’: quiso ser sacerdote y hasta futbolista
Su historia está plagada de anécdotas y, claro, demasiadas vivencias.
De santo a diablo. La historia de Andrés Hurtado está plagada de anécdotas y, claro, demasiadas vivencias, pues él tuvo una vida muy azarosa con caídas, aunque siempre se puso de pie.
En sus años de infancia, el popular ‘Chibolín’, como amaba que le dijeran en ese tiempo, estudiaba en el colegio religioso Don Bosco, en su querido Callao y le pasó por la cabeza ser sacerdote.
“Era muy pegado a Dios, pero no pude lograr esto porque tuve que salir del colegio cuando tenía 13 años, para buscarme la vida, el hambre apremiaba. Si me quedaba hubieran tenido un curita”, señaló en su momento Hurtado.
Después empezó otra aventura, el fútbol, pues amaba las sedas del Sport Boys y su ilusión era vestirla en algún momento. Y tenía cierta destreza para este deporte de las mayorías.
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“Era muy rápido de piernas, le daba bien a la pelotita, parecía que ahí se quedaba, pero se arrepintió y cambió los chimpunes por los tacos”, cuenta, entre risas, el expelotero Alfonso ‘Puchungo’ Yáñez.
En una entrevista, él reveló cómo nació su sobrenombre con el cual se ganó un espacio animando en las fiestas infantiles y, por supuesto, luego la televisión.
“Me vieron bailar y al toque me pusieron el payasito ‘Chibolín’, no le vi nada malo, lo contrario me gustó y lo adopté casi como mi nombre, porque de verdad casi nadie me decía Andrés, creo que ni mi familia”, refiere.
Lo cierto es que sería otro, pero el destino se inclinaría por otra faceta donde al final conseguiría todos sus propósitos: ser famoso y amasar una fortuna.
Efectivamente lo consiguió y era de lo que se ufanaba todos los días, pero que lo tiene ahora en serios problemas con la justicia peruana y con pie y medio en una prisión.
Las luces, los reflectores apuntan a él, pero ya no como la estrella, sino el acusado. Atrás quedaron las sonrisas, esa pose de divo, para pasar a un preocupado Andrés Hurtado, que ve peligrar su libertad y toda la fortuna que tiene en este momento.
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