Infantería de Marina: 199 años de gloriosa historia
La Fuerza Anfibia tuvo un marcado incremento en compromisos operacionales en los conflictos limítrofes de los años 1981 y 1995, así como en la Pacificación Nacional.
La Marina de Guerra del Perú, próxima a cumplir su bicentenario de creación, navega con la patria, a la que escolta desde los inicios de su vida independiente, asegurando la soberanía e integridad territorial, y con una invalorable contribución al desarrollo nacional. En este quehacer, la institución naval conmemora hoy 6 de noviembre los orígenes de la Fuerza de Infantería de Marina.
Como parte de las Fuerzas Navales del Comando Operacional Marítimo tiene por naturaleza anfibia la capacidad de proyectar el poder naval a tierra donde los intereses nacionales así lo requieran. Está dotada e integrada por hombres que, en ejercicio de su lema “Acción y valor”, son capaces de operar en las áreas geográficas más agrestes de nuestro país, superando cualquier obstáculo con valor, disciplina y elevada vocación de servicio a la nación.
La Fuerza de Infantería de Marina nace el 6 de noviembre de 1821, cuando continuando con la tradición de tener tropa embarcada en la Escuadra, se forma el Batallón “Guarnición de Marina”, con la peculiaridad que debía tener condiciones marineras y a la vez la capacidad de proyectar el poder naval sobre tierra u otro buque, lo que requería un entrenamiento y desarrollo de características especiales, que son las que hasta la fecha identifican a los Infantes de Marina.
HISTÓRICA DEFENSA
Es reconocida la misión que cumplieron en la defensa de Lima, durante la Guerra del Pacífico (1879-1883), los batallones de infantería de marina Guarnición de Marina y Guardia Chalaca, al mando del capitán de Navío Juan Fanning y capitán de Fragata Carlos Arrieta, respectivamente, quienes escribieron páginas gloriosas en la historia de nuestra patria en la Batalla de Miraflores, el 15 de enero de 1881.
CONTRIBUCIONES OPERACIONALES
En las últimas cuatro décadas, la Fuerza Anfibia tuvo un marcado incremento en compromisos operacionales tanto en el frente externo, en los conflictos limítrofes de los años 1981 y 1995, como en el frente interno con una participación sostenida e histórica en la Pacificación Nacional que los ha llevado a combatir desde 1983 en la Sierra y Ceja de Selva, inicialmente en Ayacucho, Huanta y La Mar, y posteriormente en los años 90 en la región Ucayali, en la cual todavía mantienen presencia en un área de responsabilidad asignada; asimismo actualmente sostienen despliegues operacionales en el área de los Valles de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), extendido hoy también a la cuenca del Urubamba; como parte de los Componentes Naval y de Fuerzas Especiales del CE-VRAEM; adicionalmente, tienen una presencia importante en nuestra selva de la región Loreto como parte del dispositivo de control territorial y vigilancia de fronteras en un área de operaciones fluviales; así como en el norte en Tumbes y en el sur en Mollendo-Arequipa.
En estos escenarios, tan diversos y alejados, también les permite acercarse a la población, a través de acciones cívicas y asumiendo retos de primera respuesta ante situaciones de crisis, desastres naturales y apoyo humanitario, tal como lo realizaron en el año 2017 con la presencia del fenómeno “El Niño”; en el escenario internaci onal, participan en diversas misiones de paz conducidas por las Naciones Unidas, tanto como Observadores y como parte de Contingentes Militares; los más reconocidos han sido en Haití (2004-2015), Chipre (2008-2009) y desde el año 2016 en República Centro Africana; asimismo, mantienen representación nivel coordinación en la Sede Principal de las ONU en la ciudad de Nueva York-EEUU.
ROL ESTRATÉGICO
Esto es lo que vienen haciendo en cumplimiento de los roles estratégicos de las Fuerzas Armadas; sin embargo, en la actualidad el ámbito operacional que va del mar hacia la costa como elemento de proyección, propio del carácter anfibio de esta Fuerza, es el que ha cobrado particular importancia; asimismo, el modelo de disuasión y cooperación adoptado por nuestro país, exige mantener una capacidad de proyección capaz de reaccionar y participar con un adecuado nivel de protagonismo en requerimientos internacionales; este hecho se ha traducido en un incremento de la demanda operacional internacional que está experimentando esta Fuerza Anfibia.
PANDEMIA COVID-19
Desde el declarado estado de emergencia el 15 de marzo de 2020, la Fuerza de Infantería de Marina desplegó la brigada anfibia, como parte de la Fuerza de Tarea 22, convirtiéndose en el medio más importante y disponible para llevar a cabo la misión de hacer cumplir las normativas decretadas por el supremo gobierno como estrategia de contención ante la posibilidad de incremento de contagios. En menos de 12 horas, más de 3,000 infantes de Marina se desplegaron en sus vehículos tácticos motorizados y blindados en los diferentes puntos de control asignados en 13 distritos del área de Lima y Callao.
Dichas tareas priorizaron el control del orden interno de inmovilización social a través de puntos de retenes fijos y patrullajes móviles, en apoyo a la autoridad local y Policía Nacional del Perú.
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