No hay fiscalización adecuada del agua
Órgano de control recomienda medidas correctivas en la supervisión de la planta Taboada.
La Contraloría General de la República detectó que la concesión de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), ubicada al norte de la capital y en manos del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal), no cuenta con los Estándares de Calidad Ambiental.
Según la Contraloría, los valores obtenidos por el concesionario para los parámetros bacteriológicos coliformes totales y termotolerables sobrepasan el valor máximo establecido en los Estándares de Calidad Ambiental para Agua, lo cual se encuentra sujeto a la aplicación de penalidades por parte de Sedapal al concesionario. De esta manera, se detectaron falencias en la fiscalización que realizó Sedapal a la PTAR, principalmente en lo referente al cumplimiento de los niveles de calidad del agua que se descargan en el mar.
La planta Taboada, cuyo objetivo es el tratamiento de aguas residuales de los colectores Comas-Chillón, del Interceptor Norte y de la línea de impulsión Sarita Colonia y su disposición al mar; es una concesión autofinanciada que fue otorgada por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) con intervención de Sedapal, con una inversión referencial de S/873’127,822 (sin IGV). La Contraloría recomendó al director general de Programas y Proyectos en Construcción del MVCS y a Sedapal, adoptar las medidas y acciones que correspondan.
OPERACIÓN
La Contraloría detectó una demora en la aprobación de la actualización del Manual de Operación y Mantenimiento del Concesionario por parte de Sedapal, que contiene el cronograma de mantenimiento de los rototamices, lo que puede afectar el servicio.
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