ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Pollo a la brasa: así fue como se preparó por primera vez en la historia

Invento se volvió uno de los platos más representativos del territorio peruano.

Imagen
Pollo a la brasa: así fue como se preparó por primera vez en la historia
Fecha Publicación: 18/07/2025 - 12:59
Escucha esta nota

El Perú rinde culto cada tercer domingo de julio a uno de sus íconos más sabrosos: el pollo a la brasa. Este plato, convertido en emblema nacional, nació en la década de 1950 en un modesto patio del distrito de Ate, Santa Clara, sin imaginar que décadas después uniría generaciones y sabores en torno a la mesa.

Roger Schuler, un inmigrante suizo que criaba pollos en una granja al borde de la quiebra, ideó una solución audaz al exceso de aves sin mercado.

En el kilómetro 11 de la Carretera Central, colocó un letrero que ofrecía “todo el pollo que puedas comer por cinco soles” y asó las aves enteras al carbón, atravesadas por una vara de hierro.

Así comenzó la historia del pollo a la brasa, y también nació La Granja Azul, el primer restaurante dedicado a esta especialidad.

MÁS INFORMACIÓN: Dina Boluarte solicita al Congreso aprobar crédito suplementario de S/ 642 millones: ¿a dónde iría ese dinero?

Schuler no trabajó solo. Su familia y amigos asumieron distintos roles. “Mi mamá era la cajera y preparaba postres. Abelardo Peña era el barman y mozo. Saúl era cocinero. O sea, era un equipito de cuatro o cinco personas y tres mesas”, recordó Johnny Schuller, hijo del fundador.

La popularidad del lugar creció rápidamente. La fórmula, que combinaba carne jugosa, piel crocante y sazón sencilla, atrajo a los comensales.

Para responder a la alta demanda, Schuler buscó ayuda técnica. El ingeniero mecánico suizo Franz Ulrich diseñó un horno giratorio a carbón que imitaba el movimiento del sistema solar, logrando una cocción uniforme de hasta 60 pollos simultáneamente.

Ese horno revolucionó la preparación del pollo a la brasa en Lima. Su diseño, aún en uso, marcó un antes y un después en la gastronomía peruana. Restaurantes en toda la capital comenzaron a replicar la técnica, llevando el plato más allá de Santa Clara.

La receta base —sal, pimienta, comino y ajo molido—mantuvo su esencia, pero la creatividad local sumó variantes. El pollo con arroz chaufa, tallarines verdes o frijoles con seco se volvió habitual. Incluso el famoso mostrito, que mezcla papas y arroz chaufa, responde al gusto colectivo del público.

Actualmente, el pollo a la brasa no solo es un éxito comercial, sino también un símbolo de identidad. Su historia demuestra cómo una idea nacida de la necesidad puede convertirse en legado, y cómo un plato humilde puede trascender fronteras y convertirse en orgullo nacional.

Más sobre Pollo a la brasa

LO MEJOR DE ACTUALIDAD: 

Amenazan de muerte a Betssy Chávez en penal de mujeres, según su abogado: ‘Tren de Aragua’ estaría detrás de intimidaciones

Pedro Yaranga cuestiona plazo del Gobierno a mineros excluidos: No tienen planes para tratar la minería ilegal

Merecido reconocimiento a Benedicto Jiménez, destaca general PNP (r) Carlos Salazar

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookXInstagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.

MAS INFORMACION EN: