ÚLTIMA HORA
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Enrique Valderrama

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Director de la plataforma de opinión Web Punto de Encuentro. Coordinador del Centro para la Democracia Social. Activista Político.

En el Perú la justicia se ha tornado plebiscitaria y mediática.

Los autócratas siempre construyen, con atisbo de lógica y pseudo trascendencia, argumentalmente las excusas o motivaciones que los llevan a asaltar el poder total, para ocultar su verdadera naturaleza monárquica, de ambición de control total de las instituciones.

A partir de hoy, en un esfuerzo descentralizado e intergenracional, se empezarán, en diversos espacios, a publicar artículos acerca de lo que conceptuamos muchos en el PAP como "La renovación". Esto para caracterizar nítidamente  el término y evitar que se desnaturalice en uno de los momentos más sensibles de nuestra historia.

La asociación pública-privada (APP) es sin duda un esquema muy conveniente para impulsar grandes proyectos de infraestructura, en donde los ciudadanos y los inversionistas ganan, naturalmente el Estado aporta y hace posible que la magia funcione. Oponerse a este esquema sería poco serio y nada propositivo.

Martín Vizcarra ha cruzado la delicada línea que ningún demócrata debe transgredir. Ha emprendido una campaña feroz, cínica y convenida contra el Poder Legislativo.

Hoy el Perú atraviesa un momento similar a la primera parte del siglo XX; existe un grupo que opera desde la recuperación de la democracia –cuando menos– en 2000 y que ha ido sometiendo a muchos de los representantes del poder público a cambio de prebendas y coimas; controla además la inmensa mayoría de la prensa escrita y televisiva.

Hace pocos días se ha cumplido un mes de la partida de Alan García. Sin duda el político más importante de los últimos 40 años, dentro de la historia republicana. Clara y nítidamente un digno discípulo de Haya de la Torre, el aprendiz que fue capaz de llevar al poder a su movimiento.

El concepto "Fuerza de Choque" es el peligroso umbral de la persecución política. Bajo esa nueva fábula fiscal de José Domingo Pérez lo que pretenden es judicializar dirigentes y activistas del Apra para su desactivación y, según creen, su liquidación final.

La caída en los sondeos de aceptación de Martín Vizcarra parece ser una constante difícilmente reversible, poco a poco seguirá su camino de descenso, quizás reduciendo tan solo un par de puntos por sondeo, pero siempre en esa misma dirección. El premier en el último mes ha caído 10 puntos, con lo cual su caso parece ser más clamoroso. La paciencia popular no será muy benévola con él.

La regeneración política y continuidad del aprismo pasa necesariamente por exponer una nueva narrativa que explique de manera solvente los hechos ocurridos en los últimos 40 años y por enarbolar un programa de cambio social, popular y republicano.

Alan García fue el fenómeno político más importante de los últimos 40 años de vida republicana nacional. Discípulo de Haya de la Torre, llegó al control operativo del partido muy joven, por propia disposición del fundador del aprismo y luego, al deceso de Víctor Raúl, apenas tres años después pasó a liderarlo política, intelectual y electoralmente.

Las distracciones tienen la característica de ser temporales. Se asiste al cine, al teatro o al circo una parte del día, un par de horas, a nadie se le ocurriría que es saludable o placentero dedicar las 24 horas del día al entretenimiento; esto es de una lógica elemental.

La desesperación de Gustavo Gorriti es tan manifiesta que lo lleva a publicar textos marcados por la insensatez, la vulgaridad, la poca consistencia y el ataque personal.

Debo decir que respeto a la izquierda marxista chola y popular representada en Patria Roja, no comulgo con sus ideas en casi nada, pero reconozco que tiene rasgos populares y se impone la tarea de construir organicidad a lo largo y ancho del Perú. No renuncian a la idea de Partido. No tributan al oenegeísmo y a su influencia, que no rinde cuentas.

Los 12 meses de Gobierno de Martín Vizcarra arrojan un saldo profundamente negativo, en el que ninguna injerencia pudo equilibrar y/o contrarrestar las perspectivas y razones que dan cuenta de una posición crítica al Poder Ejecutivo.

Martín Vizcarra cumple ya un año como Presidente de la República, puesto al que ingresó de manera accesitaria, al comprobarse la relación especialísima e ilegal entre Kuczynski y Odebrecht. Su antecesor demostró además que en más de un año y medio no pudo hacer nada en materia de seguridad ciudadana, por la reactivación económica o por encaminar la lucha contra la pobreza.

El Gobierno camina sin rumbo, prueba de ello es la renuncia de su ahora expremier César Villanueva y del notable legado de intrascendencia que deja, sin ni una sola reforma u obra que podamos atribuirle.

Gustavo Gorriti no es un ejemplo de ética profesional, tampoco de escuela periodística, como sí lo es, aunque discrepe de sus comentarios, César Hildebrandt. A lo sumo el ex amigo de Alejandro Toledo tiene como inmensa virtud la de saber rodear al poder para así obtener de primera mano información con la que luego afirmar su notoriedad en alianza con la prensa mayoritaria.

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