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Jorge Morelli

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Desde que Fujimori encerró a la bestia de la inflación en su cueva y puso candados constitucionales a su encierro, nadie menor de 40 años en el Perú ha tenido experiencia directa de lo que es esa bestia. Ahora comienza a comprenderlo porque está libre y fuera de control.

Luego del fracaso de su segundo intento de vacar la Presidencia en los primeros ocho meses de este quinquenio, todo indica que la oposición no va a cejar en su terca determinación e irá ahora por la destitución del presidente.

La defensa del Estado peruano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso del indulto humanitario concedido hace más de cuatro años a Alberto Fujimori sufre un vicio de origen a raíz de declaraciones en las que han tomado posición tanto el presidente Castillo, como el premier y el ministro de Justicia. Las más altas autoridades del Ejecutivo han adelantado opinión.

Dos hechos son importantes en el mensaje de Castillo.

Aparentemente, el entorno de Pedro Castillo tortura al mandatario con el fantasma de la “humalización”. A saber, que sería para él una vergüenza y un deshonor repetir la “hoja de ruta” de Ollanta Humala que, en esa versión interesada, es una traición a los ideales de izquierda para abrazar el culto satánico del neoliberalismo.

En medio del oscuro panorama del país, se ha ganado una gran batalla por Arequipa.

La llamada Adenda 13 ha sido aprobada por el Gobierno Regional de Arequipa, se ha derrotado al enemigo en la batalla por el gran proyecto Majes Siguas con sus 38,500 hectáreas de cultivos que son la promesa de la agroindustria de exportación de Arequipa.

Pedro Castillo es el enemigo equivocado. El verdadero enemigo absoluto es La Habana, Caracas, el Foro de Sao Paulo, y sus agentes locales.

Castillo es un hombre astuto, aunque débil, a quien el enemigo maneja con la sola amenaza de apoyar la vacancia que la oposición demanda.

No va a haber negación de confianza, ni disolución “fáctica” del Congreso, ni vacancia de la Presidencia, ni constituyente. Y tampoco habrá destitución de Castillo por acusación constitucional. Al menos no dentro de la ley. Ninguno de esos eventos puede tener lugar ya dentro de la ley.

No va a haber negación de confianza, ni disolución “fáctica” del Congreso, ni vacancia de la Presidencia, ni constituyente. Ninguna de esas cosas puede ya ocurrir dentro de la ley, cuando menos. En adelante, el único modo de que esos eventos podrían tener lugar es fuera de la Constitución, del Estado de Derecho y de la democracia.

No habrá ni disolución del Congreso, ni vacancia de la Presidencia, ni asamblea constituyente.

Tampoco habrá gabinete de camaradas, ahora que la caviarada ha fracasado en el premierato.

No está claro que realmente necesitara los votos, pero, con el objeto de evitar la vacancia de la Presidencia, Pedro Castillo llegó a un trato con Vladimir Cerrón.

El Congreso aprobó el 16 de diciembre la ley que ratifica lo que la Constitución dice: que las reformas constitucionales son aprobadas por el Legislativo antes de ser sometidas a referéndum. La ley no era indispensable, pero ha puesto en claro que la Constitución no aloja la fantasía del oficialismo de convocar a una constituyente recogiendo firmas para imponer su voluntad al país.

La premier, Mirtha Vásquez, ha declarado “Zona de Atención Especial” a 14 comunidades de Chumbivilcas en el Cusco, a 200 kilómetros de la mina de Las Bambas. Esto, para poder levantar el bloqueo al Corredor Vial Sur, por donde la gran mina traslada su producción al puerto de Matarani.

El jaloneo reciente entre las vertientes encontradas de la izquierda en el gobierno -el cerronismo y la caviarada- se está convirtiendo en un espectáculo grotesco.

Repito que, de los tres actores en el escenario político -el cerronismo, la caviarada y la oposición-, ninguno tiene posibilidad de ganar si no se alía con otro para derrotar al tercero.

De los tres jugadores en el escenario -la caviarada, el cerronismo y la oposición-, ninguno tiene posibilidad de ganar si no se alía con otro para derrotar al tercero.

En la derrota tenía que terminar la improvisación. No pudieron aprobar ni la admisión a debate de la moción de vacancia. Los errores se pagan.

El Congreso anuncia, vía la Comisión de Economía, que otorgaría facultades al Ejecutivo para legislar en algunas materias tributarias, no todas. Es de suponer que esto incluye el impuesto a la renta de las mineras. Pero la Comisión de Constitución niega esas facultades. El conflicto es en la arena del Congreso.

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