Luis García Miró Elguera

Sospechosísimo lo ocurrido en el programa Cuarto Poder del pasado domingo. donde, nuevamente, aparecería el golpista/corrupto Pedro Castillo Terrones en su faceta de "pobre campesino", teatralizada por el mismo grupo mediático El Comercio.

¿Cómo es posible que el Perú haya sido manejado de manera tan pervertida, corrompida y delictiva, como lo hicieron los gobiernos de Kuczynski, Vizcarra, Sagasti y Castillo?

Pasada la Semana Santa no debemos dejar de referirnos a otra de las grandes tragedias que embargan a nuestro país: la desgracia que quien se desempeña como arzobispo de Lima sea un cura rojo, llamado Carlos Castillo Mattasoglio.

Democracia no significa blandura, sino modales; tampoco implica transigir, sino debatir para adoptar consensos; asimismo no simboliza imponer sino proponer, presidente Dina Boluarte.

En sólo tres meses y medio se cumplirán 22 años desde que Alejandro Toledo Manrique asumió la presidencia de esta nación. Reemplazó a Alberto Fujimori, a quien los caviares le denunciaron por corrupto, asesino y ladrón.

Ese holograma congresal conocido como Juan Lizarzaburu Lizarzaburu -que ha permanecido en el extranjero cerca el 50 % de su periodo congresal- resulta ser un sujeto bastante estrambótico.

El fracaso de la izquierda peruana es absoluto. Su irreverente inconsistencia la retrata en todo su esplendor. Su única meta es establecer el comunismo, como ocurre en Cuba o Venezuela. Su trasnochada ideología, su afiebrada soflama, más su insolente hipocresía la condujeron al fracaso en que hoy se encuentra.

La presidenta Dina Boluarte se aproxima a cumplir cuatro meses como jefa de Estado. Probablemente, un plazo que muchos –ella entre ellos– jamás pensaron que alcanzaría, en vista de las circunstancias en que asumiera el poder.

¿Usted cree, amable lector, que en las siguientes elecciones para presidente y congresistas de la República los peruanos escogerán mejores autoridades que aquellas por las que han venido votando a lo largo de esta última década?

La izquierda latinoamericana ha metido el pie en el acelerador, convencida de que las circunstancias geopolíticas se le presentan "favorables". Sobrestima su superioridad, porque ahora gobierna en la mayoría de países que conforman el continente americano.

Se quejan los parlamentarios porque la opinión pública tiene un concepto cada vez más sucio del poder Legislativo. Pero son ellos quienes promueven aquella sensación entre la ciudadanía, a través de su comportamiento reñido tanto con los principios éticos -que debe exhibir un legislador- como por el respeto que les deben ellos a la población.

¡Se lo venimos diciendo en todos los tonos, presidenta Dina Boluarte! Si tiene la verdadera intención de permanecer en la jefatura del Estado hasta el 28 de julio de 2026, necesita go-ber-nar. No dedicarse a dar conferencias de prensa ni a pronunciar discursitos cursis que no conducen a nada. Lo que usted necesita es administrar este país, presidenta Boluarte.

A los políticamente correctos, vanidosos sanisidrinos, molineros, barranquinos, miraflorinos que se consideran "bien acogidos" en los altos círculos sociales, seguro les gusta las iniciativas que presentamos a continuación para ponerlas en práctica a la brevedad:

Es la historia de siempre. Difundir rumores –en este caso, lanzados por gente del entorno del golpista Castillo- imputando a la presidente Dina Boluarte de un rosario de sospechas –no hay nada concreto- que luego las recoge la Fiscalía y, finalmente, a todo volumen las reverbera la prensa caviar.

Ninguno de esos políticamente correctos, químicamente puros caviares chistó, cuando el todopoderoso juez supremo, César San Martín, falló a favor de anular sentencias que previamente emitieron instancias inferiores, prohibiendo que la corruptora y mafiosa constructora y contratista, Odebrecht, sea proveedora del Estado al que, de la mano de presidentes, propietarios de medios, politicastros y p

Muy a su estilo, la mafia caviar ha desatado una feroz campaña mediática para orquestar la vacancia de la presidente Boluarte. Los think tanks de la progresía -que lideran el ataque- han activado todos sus contactos con aquel esqueleto pestilente y económicamente semiquebrado llamado "la gran prensa peruana".

Pasan los días y meses, siendo manifiesto que este gobierno no tiene la menor de las intenciones de convocar a elecciones generales sino, más bien, cumplir el mandato que le encomendó el Parlamento aquel infausto 7 de diciembre de 2022.

Comentábamos ayer el lamentable deterioro que ha sufrido nuestra sociedad, como consecuencia de haberle impuesto la cultura caviar sus paradigmas de lo “políticamente correcto y moralmente casto.” ¡Las consecuencias saltan a la vista!