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Madeleine Osterling

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Algunas encuestadoras no conocen límite, realmente han perdido toda vergüenza, su nivel de manipulación de la opinión pública, respaldados por los medios oficialistas, sólo provoca náusea e impotencia.

Inaceptable que Datum o Pulso Perú realicen encuestas en las que se formule la siguiente pregunta:

Cerrar la brecha de infraestructura se está convirtiendo en un imposible. El propio Gobierno reconoce que la inversión pública está en niveles deplorables pero invoca la gastada excusa de autoridades regionales y municipales recién estrenadas, vale decir, justifican un año perdido por la simple renovación de funcionarios.

“No sabemos lo que nos pasa, y eso es lo que nos pasa” (Ortega y Gasset). Frase que refleja perfectamente el estado de desconcierto que se vive en el Perú. Nuestros gobernantes están paralizados por el temor, extorsionados por el chantaje y regidos por la inacción.

Personalmente me causa repulsión el Acuerdo de Colaboración Eficaz suscrito con Odebrecht, a pesar de que la exministra de Justicia Marisol Pérez Tello lo califique como uno de los mejores de América Latina (Diario Correo, domingo 23/6/2019).

En política, es un arte diseñar estrategias de despiste y conducir a que la población se alinee de tal manera, que parece que hubieran perdido toda voluntad, que estuvieran adormilados o demasiado entretenidos para enfrentar su ruinosa situación.

Después de mucho tiempo consideré en escribir algo bueno sobre Martín Vizcarra, pensaba que aún podría mantener alguna de las virtudes que reflejaba cuando lo conocí, pero es difícil, una suerte de reto imposible. Tuve oportunidad de aplaudirlo en CADE cuando brillaba como el gran promotor de la educación en Moquegua.

“Humpty Dumpty: cuando yo uso una palabra, quiere decir lo que yo quiero que diga, ni más ni menos.

Alicia: La cuestión es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.

Humpty Dumpty: La cuestión es saber quién manda, eso es todo.”

Pensé que a pesar de todas nuestras debilidades institucionales, carencias de infraestructura y alto costo de vida, el Perú seguía siendo un lugar atractivo para el turismo pero parecería que no, con el agravante de que el ministro competente se niega a reconocer las causas del problema.

¿Dónde está el ministro de Energía y Minas? ¿Quién responde por la caída en la exploración minera? ¿Parece razonable tener un funcionario escondido, que no da la cara ni rinde cuentas por las inmensas deficiencias en la promoción de este sector?

Frase con la que se definió la impecable cruzada del escritor Emile Zola contra el proceso judicial oscuro y viciado en el que se condenó a Dreyfuss, y que refleja a una sociedad condenada por sus intolerancias y prejuicios. ¿Les parece conocido?

“Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo” reza un sabio refrán español que, para variar, tiene su excepción en el Perú.

Hay dos mujeres a las que admiro muchísimo, peruanas que le dedican el íntegro de su tiempo a ayudar al país: silenciosas, perfil bajo, no se jactan de nada pero tienen unos logros impresionantes, simplemente porque le ponen pasión y convicción a sus proyectos. Son indesmayables, a pesar de que la gente de su entorno no es lo solidaria que ellas quisieran.

¿De lo que se trata es de agachar la cabeza y conceder hasta los últimos deseos de las comunidades? Gregorio Rojas y compañeros deben estar frotando sus lámparas mágicas (de cobre), cual Aladinos, porque han pasado a ser los ciudadanos más privilegiados del Perú, sus palabras son órdenes y sus deseos, obligaciones.

Aún conservo en mi mente (quizás como broma de humor negro) escenas conmovedoras de PPK ofreciéndole a un niño que vivía cerca de la costa, abundancia del líquido elemento porque SU Gobierno (de ganar) iba a desalinizar el agua de mar.

Alan García está más vivo que nunca en el corazón de los peruanos, salvo para aquel grupo de odiadores que no se ha contenido y ha expresado sus más bajos instintos en las redes, haciendo escarnio de una persona que ya no puede defenderse, faltando el respeto al dolor de su familia y el de aquellos que tenemos la hidalguía de agradecerle por los logros de su segundo gobierno.

¿Le quedará algo de autoridad al presidente?

Cómo se nota que Mario Vargas Llosa no vive en el Perú desde hace algunas décadas: tiene una imagen absolutamente distorsionada de la realidad, desconoce la gravedad de los problemas que nos azotan y el estado de caos en que se encuentra sumido el país.

El premier anunció la posibilidad de destinar el 2 % del IGV de los pasajes aéreos para que se distribuya en las regiones, con el noble propósito de disminuir el déficit de infraestructura. ¡Genial! Ahora que nos explique el “cómo”. El día en que entendamos que, en nuestro país, es más grave la falta de gestión que la carencia de dinero, habremos vencido nuestra principal traba.

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