Igual que Vizcarra el encargado de la presidencia Francisco Sagasti no tiene capacidad de autocrítica.
Martha Meier M.Q.
Decía Mahatma Gandhi que los cobardes nunca pueden ser morales. Vizcarra es la demostración palpable de tal dicho. Carece de coraje, principios y carácter para aceptar la pandemia. Huyó de la covid-19 con la inmunización a espaldas de todos, usando su cargo para obtener privilegios, violando la ley y haciendo que otros, quienes le pincharon, también la transgredan.
La última semana de enero importantes líderes políticos, financieros y empresariales tuvieron una cita virtual del “Foro Económico Mundial” (Foro de Davos). Un encuentro donde los billonarios le dicen a los millonarios cómo se siente la aplastada clase media y avanzan planes para tomar el control del mundo. Aunque suene a teoría conspirativa, es cierto.
Los personajes de Samuel Beckett, Vladimir y Estragón esperaban a Godot quien probablemente podría llegar al día siguiente, según les informaba cada noche el empleado de éste. Así nos tiene el roji-morado Francisco Sagasti y su gabinete con la vacuna: pronto, ya viene, en cualquier momento, mañana.
Los contribuyentes somos responsables del luto y el dolor, de los contagios evitables y las muertes por Covid; de la pulverización de la economía, esperanza y sueños de millones de compatriotas. Tamaña tragedia ha sido generada por los regímenes perversamente torpes de Vizcarra y ahora del Morado.
El virus chino, en realidad del Partido Comunista Chino (PCCh), tiene cura, viene del océano y es la plitidepsina, comercializada como Aplidin en España, por Pharma Mar. Ampliamente utilizado en Australia contra el mieloma múltiple, un tipo de cáncer, su principal compuesto proviene de la ascidia (Aplidium), una extraña criatura marina con características primitivas de vertebrado.
La gestión del no electo Francisco Sagasti es un adelanto de la catástrofe de un eventual gobierno del partido Morado con Julio Guzmán de presidente, el nuevo okupa de Palacio como su vice y congresistas escandalosamente indoctos.
“Si la historia de las naciones cupiera en una sola palabra, la del Perú se encerraría en la voz mentira”, escribió el lúcido pensador Manuel Gonzalez Prada en ‘Horas de Lucha’. A esto podríamos añadir que si imperase la verdad llamaríamos caquistocracia o kakistocracia (del griego kakistos, es decir “lo peor”) y no democracia a esto que vivimos desde tiempos de Humala.
La comandante Claudia, otrora activa terrorista del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, de Chile, dice que nuestra Policía Nacional hizo “un uso innecesario y excesivo de la fuerza” en las protestas por la asunción del acciopopulista Manuel Merino de Lama como presidente interino.
El presidente en ejercicio de los Estados Unidos ha sido censurado permanentemente por Twitter, plataforma controlada por el desarrollador y empresario Jack Dorsey. Mientras el narco dictador Maduro de Venezuela sigue tuiteando a sus anchas los mismo que el “presidente” de Cuba, Miguel Díaz Canel, a Trump le han callado.
El asalto al Capitolio de los Estados Unidos es repudiable. Sorprende sin embargo que quienes, aquí, azuzaron y aplaudieron las violentas protestas por la vacancia del pillo Martín Vizcarra estén tan escandalizados por lo ocurrido en Washington, como si nuestro Congreso y sus decisiones no merecieran respeto.
La vida es el fundamento de los derechos humanos y por eso mismo el derecho a nacer no puede supeditarse al de un tercero.
El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, expulsó a Odebrecht de su país y anuló todos los contratos con sus consorciados. Desde la ‘media isla’ caribeña, la Quisqueya precolombina, la tierra de la legendaria Anakaona, nos llega un ejemplo de dignidad y decencia que por acá no tuvo Vizcarra ni tiene Sagasti y menos su sucio Partido Morado.
El encargado del despacho presidencial, Francisco Sagasti, se ha transformado en una plaga de dimensiones bíblicas para nuestra agricultura y la agroexportación, que tanto empleo y riqueza ha empezado a generar. Una sequía interminable y nubarrones de langostas masticando los cultivos harían menos daño.
La corrupta constructora Odebrecht sigue poniendo y sacando presidentes. Al acciopopulista Merino de Lama, legítimo sucesor de Vizcarra, le bajaron el dedo por ser ajeno al saqueo perpetrado por esa compañía y sus consorciadas.
El vacado Vizcarra ha dejado un país en escombros, tras largos meses de dolor, sufrimiento, muerte y desbocada corrupción. Ahora, como si fuese un personaje ejemplar y de valía tiene la insolencia de postularse al Congreso.
Entre gallos y media noche, Francisco Sagasti condenó a muerte al valle de San Lorenzo, emporio frutícola, principalmente de mangos y limones. El interino entregó 21 concesiones mineras sobre 17,200 hectáreas que abarcan las ciudades de Tambogrande y Las Lomas, favoreciendo a la canadiense Tesoro Minerals Corporation bajo el nombre Nuevo Arcoiris S.A.C. ¿Qué busca?