Agustín Prado Alvarado y la continua hegemonía de Julio Ramón Ribeyro | Entrevista
La generación del 50 renovó la literatura.
La Facultad de Letras de San Marcos, la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alicante, en alianza, organizaron el “Congreso Internacional Julio Ramón Ribeyro: las tentaciones de un escritor”. Agustín Prado Alvarado sostiene que este gran evento se realizó en noviembre de este año, y contó con 42 ponencias y 5 plenarias. Ribeyro y su obra fueron tratados desde distintas perspectivas, como las filosóficas, literarias, historiográficas, incluso en su relación con el cómic, lo audiovisual o la traducción.
¿Cuál es la relevancia de Julio Ramón Ribeyro y la Generación del 50 en la literatura hispanoamericana y peruana?
Julio Ramón Ribeyro fue reconocido como un gran cuentista entre lectores y críticos peruanos en aquella década del cincuenta, con dos libros “Los gallinazos sin plumas” y “Cuentos de circunstancias”, y otros dos en los sesenta con “Tres historias sublevantes” y “Las botellas y los hombres” escritos dentro de los moldes del cuento clásico de corte neorrealista en los cuales retrató a personajes y espacios marginales de la sociedad limeña; sin embargo, en los cincuenta ya había explorado otras vertientes narrativas alejadas de la estética realista y cercanas a los ambientes kafkianos y fantásticos como sucede en los cuentos “La insignia”, “Doblaje” o “El libro en blanco”. La Generación a la que perteneció Ribeyro (aunque no soy partidario del criterio generación para la crítica literaria) terminó de consolidar el cuento como género literario, renovó la temática rural (neoindigenismo) y abrió otros tópicos y derroteros estilísticos, además, recordemos que esa generación no fue exclusivamente de narradores, también entraron en escena artistas, ensayistas, historiadores o poetas de la talla de Varela, Eielson, Rose, Sologuren o Romualdo. Si proyectamos esa generación a nivel internacional, para el caso de Ribeyro fue con el transcurrir de los años (al final de su vida) que su obra conseguiría integrar el canon del cuento hispanoamericano.
¿Cuáles son las principales líneas de investigación que ha trabajado la crítica sobre Ribeyro?
En España, desde los años noventa, aparecieron nuevos textos que renovaron la crítica ribeyriana; uno de los primeros fue Ángel Esteban (Universidad de Granada), quien editó una antología de cuentos (1998) con un agudo prólogo (reeditado en diversas ocasiones), en su ensayo “El flaco Julio y el escribidor. Julio Ramón Ribeyro y Mario Vargas Llosa cara a cara” (2014) desarrolló la crítica comparatista. Otro aporte significativo le corresponde a Eva Valero (Universidad de Alicante), una destacada peruanista, autora del estudio “La ciudad en la obra de Julio Ramón Ribeyro” (2003) donde examina las configuraciones que Ribeyro trazó en sus relatos de la urbe limeña. También destaca Javier de Navascués (Universidad de Navarra) por su libro “Los refugios de la memoria. Un estudio espacial sobre Julio Ramón Ribeyro” (2004) en el que analiza tres escenarios recurrentes de la obra cuentística. Entre los últimos estudios son valiosos los trabajos académicos de Paloma Torres (Universidad Complutense de Madrid), y, finalmente, a nivel hispanoamericano destacaría los ensayos de Galia Ospina, editados en Colombia.
Carlos Arámbulo y tú fueron los organizadores principales del “Congreso Internacional Julio Ramón Ribeyro: las tentaciones de un escritor” que organizó la Escuela y el Departamento de Literatura de la Facultad de Letras de San Marcos. ¿Cuáles fueron los principales temas tratados en este evento?
Junto con mi amigo y colega sanmarquino, el escritor Carlos Arámbulo, y un valioso equipo de estudiantes, organizamos en noviembre durante tres días este congreso en una alianza con las Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alicante, participaron 42 ponencias y 5 plenarias, puedo afirmar que la obra de Ribeyro fue abordada desde distintas ópticas: filosóficas, literarias, historiográficas (teoría de las emociones) o en relación con el cómic, lo audiovisual o la traducción que desarrollaron los nuevos investigadores de San Marcos, Católica y Villarreal, y aunque tuvimos los feriados en contra (incluyendo APEC), las ponencias fueron seguidas permanentemente en redes y con la concurrencia de un público entusiasta el único día presencial en el Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar.
¿Cuál es la recepción de Ribeyro en las nuevas generaciones de literatos y críticos de literatura?
En las entrevistas a escritores peruanos de este siglo XXI la lectura de Ribeyro no está ceñida únicamente al cuento, se aprecian otros discursos como “Prosas apátridas” o los diarios. En el extranjero, escritores, como el colombiano Santiago Gamboa, el chileno Alejandro Zambra o los españoles Enrique Vila-Matas y Sara Mesa han manifestado por escrito su admiración por el cuentista peruano. A nivel bibliográfico ya podemos leer una biografía elaborada por Jorge Coaguila, y para el caso de la crítica hay un libro a destacar este año “Fila para la gloria: convertirse en Julio Ramón Ribeyro”, de Paul Baudry, una minuciosa investigación que permite acercarse a la obra ribeyriana desde la recepción entre los lectores peruanos en su etapa escolar hasta la crítica académica. Asimismo, este 2024 se presentó un interesante libro coordinado por César Ferreira con diversos ensayistas ribeyrianos. También puedo mencionar tesis universitarias, una a distinguir fue sustentada por Nehemías Vega en San Marcos en la cual examinó la materia fantástica en Ribeyro.
Este año, Alfaguara publicó “Invitación al viaje y otros cuentos inéditos”. ¿Cuál es tu concepto sobre esta edición?
En el Perú, Ribeyro es un escritor inmensamente apreciado por distintos lectores. Creo que ningún escritor peruano ha generado esa estima, con excepción de César Vallejo. Incluso tenemos un fervoroso Club Ribeyro, por eso la noticia de una edición de cuentos inéditos generó expectativa, lo que explica que “Invitación al viaje y otros cuentos inéditos” fuese el libro literario más vendido de la Feria Internacional del Libro y, seguramente, de todo este año; personalmente, hubiera seleccionado uno o dos cuentos de esta publicación porque desde mi lectura observé que faltaba algunos ajustes del autor; sin embargo, si mañana publicaran cuentos inéditos de Jorge Luis Borges sería el primero en comprarlos y leerlos.
El entrevistado
Agustín Prado Alvarado es profesor titular de Literatura Española e Hispanoamericana en la UNMSM. Fue Jefe del Equipo de Investigación y Asesor de la Dirección de la Casa de la Literatura Peruana.
Por Juan Antonio Bazán
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