Alejandro Cano: "La poesía tiene sentido en todos los tiempos"

Por Houdini Guerrero

Alejandro Cano es un poeta que se nutre de la memoria y de la cotidianidad para escribir sus poemas. Es docente egresado de la Universidad Nacional de Piura. Poemas suyos han aparecido en las revistas literarias Monolito y Claroscuro (México), Ibidem y Sietevientos (Perú). En 2019 publicó el poemario “Habitación en llamas” (Summa editores).

¿Cómo percibes la naturaleza de la creación poética? ¿De qué confines surge el poema en Alejandro Cano?

Borges en una conferencia dijo que la naturaleza de la creación poética parte de la memoria, pero también agrega “que la memoria está llena de olvidos”. Es por aquella razón que a esa respuesta de Borges yo le agregaría la naturaleza de la realidad. Un poema no solo parte de la memoria, sino también de aquello que vemos, que palpamos y que nos rodea. Es justamente la combinación de estos dos factores de donde surgen los poemas míos: de los recuerdos y de la realidad. Una calle, un río, una luz, pueden ser también mi yo. Aquí recuerdo los versos de Heraud “Estoy hecho de un trozo de vida y de camino”.

Permíteme hacerte la eterna pregunta, ¿qué es importante en un poema, el fondo o la forma?

Creo que la misión de un poema es ayudarte a ponerte de pie o derribarte, pero nunca dejarte a la deriva. Es por esta razón que, desde mi punto de vista, el fondo posee un poco más de peso dentro de él, pues de este depende que despierte en el lector ese asombro que se da con las cosas hermosas y que se sienta conmovido.

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Con esto no quiero dejar de lado a la forma, pues existen sonetos, odas, romances, décimas o a las formas nuevas de escribirla que respetan la forma tradicional o que crean una y que también tienen un contenido (fondo) extraordinario, aquí tenemos los sonetos de Dante o de Garcilaso (el español), o los caligramas de Apollinare que viven hasta el día de hoy.

¿Es la poesía una iluminación, o un taladro al centro de la tierra, o quizá, como diría Giovanni Papini, un espejo que huye?

Para mí, la poesía siempre será un misterio. Pero dentro de las tres opciones que me das, debo decir que posee un poco de las tres: es una iluminada como “la Madona” a la que hace referencia Baudelaire; también es ese taladro que busca entrar en lo centro sólido de la tierra para agitar a las masas y las mentes, debo agregar aquí que la poesía que canta el clamor popular es una poesía que tiene bastante poder de taladrar las mentes. y, por último, es este espejo que huye, es cambiante y siempre nueva (sin perder su esencia), como el río de Heráclito.

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