David Díaz, fotos y amor por su tierra
Fotógrafo shipibo-konibo, de la región Ucayali, trabaja en la difusión de su arte.
Estudiante de fotografía de Toulouse Lautrec, David Díaz es más que un comunicador gráfico, aquí estamos ante un guardián de las fuerzas de la naturaleza que defiende la tierra que lo vio nacer con el solo uso de una cámara.
¿Cómo fue tu encuentro con la gran Lima, viniendo de la selva peruana?
Puede chocar, hay diferencia en las regiones con lugares donde hay pocos accesos, aquí en Toulouse Lautrec pude seguir el trabajo de la institución y llegué con una mochila cargada de sueños, ahora curso el tercer ciclo.
¿Cómo fue tu vida en la selva y cómo impacta en tus trabajos y estudios?
Mi vida se inició en la ciudad de Pucallpa viviendo en un asentamiento humano y ahora estoy aquí, con una perspectiva diferente en cuanto cómo ver a los pueblos indígenas o amazónicos.
¿Cuál es tu idioma natal?
Shipibo-konibo, pero poco a poco he ido viendo el cambio hacia el habla castellana, desde pequeño. Mi padre es profesor de colegio y mi madre es ama de casa.
¿Cuál fue tu relación con la fotografía?
Desde joven prestaba cámaras y veía cómo retrataban mi lugar natal, era una ilusión tener mi cámara y tenía que trabajar por ello. Había limitaciones. Mi primera cámara yo me la compré con mis ahorros.
¿Compraste tu cámara por internet?
No había una oficina especializada en cámaras, allí en Pucallpa. Mi primera cámara me la compré en el 2014, era una cámara digital, un equipo Canon que ya debe estar obsoleto.
¿Has hecho fotografía analógica?
Sí, cuando tenía 14 o 16 años, entonces no entendía mucho, aunque sí me gustaba el hecho de disparar, era magia pura.
¿Qué crees que debemos rescatar como comunicadores?
Creo que la diversidad en cuanto a los pueblos amazónicos, pero también cómo se mira la cosmovisión de la selva, entonces podríamos entender la empatía y solidaridad con el medio ambiente.
¿Qué piensas del acoso que pasan los dirigentes shipibo-konibo?
Es un tema muy amplio, pero la Amazonía en general tiene problemas bastante graves como la deforestación y la minería ilegal, es un tema social que debe verse y tratarse por medio de la fotografía. Mi trabajo es un reflejo de cómo los shipibo-konibo nos auto identificamos y reforzamos la fotografía como archivo de memoria, es un punto de partida para que la gente del mundo sepa cómo les afecta lo que ocurre en la aldea global donde vivimos. Mi pueblo tiene un trasfondo de conflictos sociales grandes.
¿Qué se ha logrado?
“Con la fotografía se ha logrado reflejar hechos tristes como la deforestación, pero no se ha hecho mucho. Con el uso de drones y la fotografía podemos resolver conflictos sociales, ahora se puede hacer fotografía con cámaras de cartón, ello hay que mostrarlo dentro de las comunidades”.
(Por Vladimir Rendón Acat)
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