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Jorge Espinoza: «El poeta verdadero cumple su destino junto a los hombres de su tiempo»

Poeta explora cómo la poesía desafía normas y denuncia opresiones en su nuevo libro 'Documentos secretos de Sodoma'.

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Jorge Espinoza: «El poeta verdadero cumple su destino junto a los hombres de su tiempo».
Fecha Publicación: 13/08/2023 - 05:23
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Jorge Espinoza nació en Lima, es poeta, narrador y editor. Es uno de los más notables y polémicos poetas del Perú contemporáneo. Su obra ha atravesado numerosas etapas desde la inicial veta erótica de la que es autor fundacional hasta llegar a la narrativa de cruda e intensa denuncia social.

¿La poesía siempre es sinónimo de subversión?

Es una subversión a nivel de la palabra, a nivel de una serie de planteamientos tanto estéticos como morales, que están indudablemente en la vida social de nuestro país, cotidianamente, donde vemos tantas cosas fuera de contexto en una sociedad salvaje, deshumanizada y en un país desgobernado. La poesía tiene que tener un rol fundamental en cuanto a denuncia, a una trascendencia que vaya más allá del simple juego estético de la palabra.

Cuando se inicia en la carrera poética, ¿qué lo inclina a interesarse por las temáticas que tenemos en este libro?

En mis inicios me incliné por la literatura erótica porque me pareció que era un tabú que había que derribar. Mi visión de la poesía debía tener esa amplitud, esa demolición de mitos, de tabúes, que nos asfixiaban. Sabemos que eso viene de la Iglesia católica, de la formación de nuestros padres, de la visión global que nos ha dado esta sociedad judeocristiana, pero la literatura tenía que obtener un nuevo camino y me pareció a mí importante iniciar esta tarea de desmitificar estos tabúes que tanto daño hace no solo a la literatura, sino a los seres humanos en general.

¿La religión limita la creatividad del hombre?

Yo creo que no solamente limita al ser humano, sino también ejerce una censura abierta o soterrada contra el arte. Eso lo sabemos a través de la historia. Muchos pensadores fueron echados a la hoguera por expresar abiertamente sus ideas, por estas persecuciones de la Iglesia, esta incomprensión de la sociedad, donde también estas insurrecciones se pagan con la marginalidad, pero el escritor verdadero tiene que cumplir su destino.

¿Diría que es una búsqueda de una libertad personal, que no depende de los dogmas impuestos a través de la poesía?

Sí, es uno de los múltiples caminos para poder llegar a tener un desarrollo personal y poder aportar algo, no solamente a la literatura sino también a los hombres de tu tiempo. Sabemos que la poesía tiene una circulación limitada, pero también sabemos que está en todo y permite encontrar un nuevo eco, una nueva trascendencia, con más amplitud.

¿Se puede hablar de una nueva moral?

Yo pienso que esta búsqueda siempre se ha estado planteando en los últimos tiempos, pero también tenemos que reconocer que hay una sociedad enferma, una sociedad confusa, que bloquea ciertos avances en el plano espiritual, moral y esto se debe al caos, a la sociedad de consumo, la alienación cotidiana que ejerce el sistema sobre los seres humanos. Cada día se lee menos y se disfraza más la esclavitud a la que estamos sometidos en todos los planos.

En el libro se encuentran referencias a la cultura popular del siglo XX, a personajes conocidos como Raquel Welch y a la par personajes y conceptos de la cultura clásica. ¿Qué rol tiene el poeta ante ese pasar del tiempo?

En este libro, de mi primera juventud, se combinan una serie de elementos populares y también se remite a la cultura helenística, no olvidemos que hay algunos poemas donde se observan a los unos y a los otros. Esto es producto de una regresión al pasado, una búsqueda de nuestros ancestros y también la opción de tener un camino personal, un tránsito amplio y gritar lo que muchos ocultan.

Se encuentran también referencias a la figura de Lucifer, ¿es una manera de revalorizar una imagen percibida peyorativamente pero puede tener nuevos significados?

Cada día hay mayores testimonios de que la Iglesia no es nada santa, las permanentes denuncias de violaciones, extravíos, encubrimientos de la Iglesia para con sus militantes hace que estos textos tengan una opción reivindicatoria frente a este silencio, este oscurantismo y esta negación, que a pesar de todas las evidencias quiere seguir ejerciendo la Iglesia frente a la humanidad. Afortunadamente, ese velo oscuro va cayendo, la humanidad va entendiendo por dónde va el horror.

Otra temática sugerida por los poemas es la figura del poeta maldito, un topos literario, ¿cuál es su visión de esta idea?

El poeta maldito es el que niega la realidad. En cambio el poeta que muestra las cosas tal como son, el que denuncia realidades, por muy sucias, oscuras y dolorosas que sean, no es ningún poeta maldito, es un creador que cumple con su destino y va a la par, de la mano, con los hombres de su tiempo. Poetas malditos, conozco muchos que se hacen llamar de esa manera, pero son malditos en los bares, las cantinas, no creo que su destrucción personal importe o aporte mucho en el arte.

Por Sol Pozzi-Escot

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