Miguel Bayona, escritor y chef, confirma que el Perú es un país muy rico para la literatura

Miguel Bayona, un administrador de empresas dedicado al negocio de la cocina, se inicia en el mundo de la literatura con Rosita, una novela de corte romántico con una pizca de nostalgia.

Háblame de Rosita.

Rosita es una novela de corte romántico que narra las vivencias de mi adolescencia, cuando acompañaba a mi padre a la mina en Andahuaylas.

En esa historia hay aventuras, dilemas amorosos, amicales y el incipiente descubrimiento de las emociones, junto a un grupo de ingenieros con características muy particulares, bien definidas en la novela.

¿Usted nació en Andahuaylas?

Yo soy de Lima, pero la mina estaba situada en Andahuaylas. En general, todos los hechos ocurren allí.

¿Usted tiene una relación estrecha con Andahuaylas?

En la obra describo distritos como Talavera de la Reyna, Pacucha, que es su laguna, y además relato un viaje a distritos profundos de Andahuaylas. Ahora, si me preguntas, mi relación con Andahuaylas se debe al trabajo de mi padre en la mina.

¿Y quién es Rosita?

Rosita, la protagonista, es una joven adolescente que conocí y capturó mi atención de inmediato. La conocí en los recorridos por la vida nocturna de Andahuaylas con los ingenieros, en un lupanar, para ser más exactos.

¿Qué sentimientos despierta Rosita?

Al principio, nostalgia y ternura, que con el pasar de la historia se transforman en pasiones.

¿Entonces Rosita es una mujer que despierta pasiones?

Claro, ella era una joven de belleza radiante que capturaba todas las miradas. Sin embargo, a mí no me provocaba eso al principio, la veía, más bien, con ojos de ternura.

¿Entonces la pasión que despertaba Rosita fue la emoción que lo llevó a escribir?

No necesariamente. Esa historia es de hace 25 años.

La recuerdo, por supuesto, como uno recuerda sus primeros amores, pero la inspiración que me llevó a escribir fue estar fuera del Perú. Eso le otorga un velo de añoranza y nostalgia a la vida.

¿Rosita es su primera novela?

Sí, mi primera novela.

¿Y cómo fue dar el primer paso para ponerse a escribir?

Difícil, pero hay que tener mucha voluntad y autodeterminación. Lo importante es adquirir el hábito, y una vez que logras esa disciplina, escribes como parte del quehacer diario. Ahora, la inspiración para escribir viene con mis jornadas de trabajo en la cocina.

¿Cómo converge su quehacer profesional y su afición de escritor?

Creo que, desde que he empezado a escribir, veo las cosas con ojos de escritor. Es decir, una experiencia, incluso el trabajo, se puede volver una buena historia. De manera que los dos oficios se complementan muy bien.

Aunque debo confesar que no fue fácil: en el lanzamiento de mi libro me encontraba en pleno trabajo y recibía las noticias de las ventas mientras cocinaba. Es como decir que una parte de mí se encontraba en el Perú.

¿Entonces escribir le cambió la vida?

Creo que fue un medio para convertir esa nostalgia y añoranza de estar lejos en algo positivo.

Insisto con la pregunta: ¿Escribir le cambió la vida?

Sí, podría decir que me dio una nueva perspectiva para ver la vida.

¿Buscó dar un mensaje con su libro?

En esencia, relatar la historia. Pero creo que el libro tiene mensajes como la lealtad, el compromiso, la amistad y el amor.

En ese contexto, ¿para usted esta novela fue un viaje a la nostalgia?

Sí, podríamos decir que sí. Es un viaje a un recuerdo etéreo.A hora veo la vida con ojos de escritor y encuentro historias que merecen ser contadas en cada vivencia.

Una de ellas es precisamente la que vivo ahora, mi experiencia como chef en Miami.

¿Entonces ahora usted tiene dos pasiones: la literatura y la cocina?

Sí, y descubrí esas dos pasiones en los Estados Unidos.

¿Cómo ve el Perú desde la ciudad de Miami?

Lo veo con nostalgia.

El Perú es un país hermoso, con gente maravillosa, muchos recursos, pero con gobernantes que no tienen un mínimo de interés en el bien común. Solo ven por su propio beneficio.

¿Y qué tipo de sentimientos le despierta Andahuaylas?

Las provincias de nuestro país tienen un encanto único. Albergan una mística distinta que no se vive en la ciudad.

¿Podría decir que el Perú es un país rico para la literatura?

Por supuesto, tiene un ambiente que inspira a escribir. Y si estás fuera, esos recuerdos de un lugar soñado te sirven como una válvula de escape que se plasma en la escritura.

¿Ha pensado en escribir un libro basado en la gastronomía peruana?

Claro, probablemente sea mi próximo libro. Aunque Rosita, mi novela, la escribí aquí, en los Estados Unidos.

¿Le gustaría que Rosita se convierta en una serie de televisión?

Claro que sí.

¿Cómo se inició como chef?

Me inicié después de la pandemia, en el restaurante de un amigo en Perú. Pero aquí, en Estados Unidos, se volvió mi oficio a tiempo completo.

Redes sociales

Quienes quieran contactarme por redes sociales me pueden buscar con mi nombre, Miguel Bayona, hoy en día las redes sociales son una herramienta muy importante para conectar con el público. Ahora, un apunte más, mi libro se puede conseguir en la librería El Virrey.

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