Rocío Flores Adrianzén: “Busco construir un mundo que sea compasivo y solidario”
‘Versos para una trinchera’, el reciente libro de poemas de Rocío Flores Adrianzén, gira en torno a la guerra, la orfandad de familias que ven caer asesinados a los suyos, la indignación y la impotencia frente a la frialdad de los tibios, y el amor como único refugio donde tal vez florecerán los lirios.
Rocío Flores Adrianzén, ¿qué te motivó a elegir la poesía para tocar un tema como la guerra?
Considero que la poesía es un arte increíble que tiene el poder de llegar y explorar las profundidades del ser humano. La poesía puede trascender las barreras del lenguaje y conectar las más íntimas emociones y es en esencia, terapéutica. Puede ayudarnos no solo a expresar el dolor sino también a generar empatía y resiliencia ante la tragedia, la incertidumbre, la frustración y todo aquello que escapa de nuestras manos. La guerra es todo eso en un solo acto. Es cierto que la guerra puede ser un tema recurrente en las culturas e historia, pero esto no mitiga su carácter altamente destructivo y mucho menos deja de generar cicatrices más aún dentro de lo que llamamos progreso. Me interesa sensibilizar en favor de la paz y la resiliencia.
Hay, sin embargo, un eje transversal: el amor. ¿Es un libro de amor o de resistencia?
“Versos para una trinchera” es en sí un libro de resistencia ante la deshumanización y el olvido que intenta mostrar la posibilidad de sobrevivir y darte cuenta que el amor puede ser lo que te mantiene vivo en medio del caos y la destrucción. El amor puede ayudarte a no perder la fe de encontrar a tus seres querido en medio del conflicto, puede reconstruirte a pesar de las heridas. Se trata de valorar la vida y reconocer que los pequeños y simples momentos te pueden dar tanto felicidad como fortaleza y que muchas veces empiezas a comprender su valor cuando ya no los tienes. De igual modo, con este poemario intento conectar las experiencias de quienes sufren en medio del conflicto y así poder construir un mundo más compasivo y solidario.
¿Qué autores te han formado como escritora? ¿A qué autores lees y admiras?
Mi primer acercamiento a los libros tanto en narrativa como en poesía fue a través de la biblioteca de mi padre. Sin embargo, mi primer acercamiento a la poesía fue en la etapa escolar de la mano de una maestra muy querida llamada Celinda Montero, quien me contagió su amor por la literatura y la docencia. Con ella descubrí la magia de los versos de ‘Tristitia’ de nuestro Valdelomar y el poder de la declamación. Es ejemplar la poesía de nuestra Blanca Varela desde “Ese Puerto existe”. Me he ido formando también asistiendo a talleres con Carmen Ollé, Miguel Ildefonso y el admirable maestro Marco Martos. Sigo participando siempre de los talleres del “maestro”, como lo llamamos sus pupilos. De igual modo me he inclinado hacia la poesía de Pablo Neruda, visitando en distintos momentos cada una de las casas en donde vivió en Chile para conocer su entorno de inspiración más íntimo. Debo acotar que me fascinó enterarme que Neruda admiraba mucho a Valdelomar y gustaba de ‘Tristitia’, según el libro “La vida sin dueño” de Fernando de Szyszlo Valdelomar. Le debo también la motivación a tres uruguayos maravillosos: a Eduardo Galeano con sus versos llenos de realidad y belleza, a Mario Benedetti por su poesía amorosa y social llena de profundidad y sencillez, así como la voz poética intensa e íntima de Idea Vilariño. Y desde hace un tiempo he tenido la fortuna de conocer la voz femenina y comprometida de Gioconda Belli.
¿Cuál es la pretensión de ‘Versos para una trinchera’?
“Versos para una trinchera” pretende sensibilizar sobre el inmenso número de muertes inocentes, en especial la muerte indiscriminada de niños. Este poemario busca ser la voz de la infancia y familias atrapadas en la guerra, busca repensar el conflicto y reflexionar hacia dónde vamos como humanidad. A pesar de que está basado en la realidad del conflicto de Medio Oriente, no pretendo ver países sino familias y la infancia afectadas por la guerra.
¿Estás sobre otro proyecto literario?
Pues sí, siempre hay un proyecto. El día que deje de hacerlo será por motivos ajenos a mi voluntad. Me prometí no volver a dejar la poesía nunca más. En este caso son varios en simultáneo, pero van poco a poco. Tengo uno por terminar, otro recién gestándose, ambos de temática diferente. Tengo un par de poemarios listos y busco el mejor momento para publicarlos.
¿Quién es la poeta Rocío Flores Adrianzén?
Soy una mujer afortunada y agradecida con la vida. Soy docente, actualmente doctoranda en Educación, coach y poeta aficionada al canto. Me considero muy profesional y apasionada en todo lo que hago y creo que no hay amor sin servicio. Los dones que uno tiene son para expresarlos y compartirlos. Me siento feliz de haberme iniciado hace casi una década en este mundo con mi primer poemario: ‘Venus entre líneas’. La poesía me ha ido nutriendo cada día. Por eso, busco fortalecer mi voz poética.
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