Walter Salazar Pérez lanza su obra ‘El viajero inmóvil’: “La novela va discurriendo como un potente relato”
En el libro se podrá encontrar temas sobre política, filosofía, economía, religión y otras facetas más.
Con estas palabras a modo de metáfora intitula su obra ensayística Walter Salazar Pérez. Partiendo de que leer es viajar por diferentes mundos, situaciones, ideas, personajes y demás. El autor nos invita a hacer este viaje con el itinerario que él mismo nos ha planteado, un itinerario ambicioso en tanto porque en estos ensayos hay mucho por conocer y reconocer y por cuanto esta travesía la disfrutamos a través de la lectura, sin desplazarnos de nuestro sitio como sugiere el título.
Al adentrarnos en su obra ‘El viajero inmóvil’, vamos descubriendo que Walter ha leído y probablemente lo siga haciendo, ingentes cantidades de libros, casi seguro lo podemos tildar de ser un lector voraz y ecléctico, inimaginable el tamaño de su biblioteca. Este lector acucioso nos lleva de la mano en este viaje, su viaje, nos deja testimonio de su mirada, nos recuerda que somos memoria y memoria crítica y que, por tanto, nos podemos proyectar sobre la base de lo leído a lo que pueda ser posible acaezca después.
Con magistral destreza narrativa nos hace partícipes de su disfrute al encontrar autores que lo conmueven por lo que le invita a hacernos partícipes de sus sentimientos. El texto está conformado por hechos perdurables y canónicos en la historia de la literatura. Con prolijidad y certeza nos trasmite aquello pertinente en esta obra porque es de su interés, de aquello que, como lector, le ha apasionado.
Un acto resiliencia
El autor Walter Salazar Pérez, desde su pensamiento inquisitivo y enormemente curioso, nos presenta que el leer es un acto de resiliencia, de introducirse en el pensamiento de cada autor sin dejar de ser nosotros mismos. El escritor y su errancia por los libros es un buen ejemplo de tránsito por las ideas de otros autores como un gran buscador sin dejar de ser él mismo.
Sumergirse en este viaje literario de principio a fin, nos lleva también a acercarnos o alejarnos de sus opiniones dado que en esta obra hay mucho contenido crítico como toda obra sostenida y potente de alta calidad. Su lectura nos hace transitar por libros ya leídos, pero esta vez, este tránsito se recrea con otra luz, observado detalles que nos invitan a explorar un segundo plano mucho más profundo e, incluso, nos lleva a buscar libros de los cuales hace referencia para remitirnos a esas fuentes.
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Como Walter Salazar Pérez es un gran lector y también un gran escritor, nos captura desde su destreza narrativa y belleza de su prosa. Debido a ello reconstruimos en nuestro interior esta belleza finamente narrada y pasamos del aroma a la esencia misma de lo leído, habiendo conocido, reconocido, interpretado y cuestionado lo que nos presenta desde que le dimos sentido a lo leído.
Iniciación en la lectura
Un lector puede ser solamente eso: lector, no está obligado a ser escritor, pero un escritor sí debe de ser un gran lector, como es el caso de Walter Salazar Pérez. Leer y escribir son dos orillas del mismo río. En estos ensayos nos comparte sus intereses y aficiones, lo hace con sinceridad, como un confidente, es el caso de intentar entender “La Condición Humana” de André Malraux, que luego de años regresa a él con la madurez que el texto requiere.
Ésta, la obra de Walter Salazar Pérez, es una obra poliédrica vasta, encontramos literatura, política, filosofía, economía, religión y otras facetas más porque esto responde a la avidez de nuestro autor. El autor nos comparte su iniciación en la lectura, esperado en su Jauja natal la llegada de nuevos libros y, como la infancia es la patria del artista, del creador, regresa a su ciudad, a su terruño y a su amistad y relación literaria con Edgardo Rivera, quien lastimosamente falleció antes de poder prologarle su libro. Con gran naturalidad el autor transita tanto por la vibrante y perturbadora prosa del nobel japonés Kenzaburo Oe, como por la reciente novela de nuestro compatriota Jaime Bayly, “Los Genios”. Al ensayo sobre la obra del historiador israelí Yuval Noah Harari le dedica el mayor número de páginas en su libro, su obra “Sapiens: de Animales a Dioses” es una obra rotunda.
Poderosa seducción
La mujer está presente en el libro con personajes reales y de ficción, desde la tierna Ana Frank con quien empieza el libro, seguida de la valiente Antígona, Carlota la Emperatriz de México, la poeta prematuramente desaparecida Eugenia Grandet, así como, la chica mala de la historia María Emilia Cornejo. Nos confiesa que esperó la traducción de “Judas” obra de Amos Oz y su disfrute al leerlo, cito palabras de nuestro escritor: “La novela va discurriendo como un potente relato que provoca no dejarlo, como si fuera un seductor y glorioso abismo, que atrajese con una fuerza desconocida, sin embargo, el lector debe saber graduar esa poderosa seducción para disfrutar así de una lenta y placentera vivencia que nos regala la ficción”
Así, Goethe, Kafka, Platón, Borges, Nietzsche, Vargas Llosa, entre otras cumbres literarias transitan por sus páginas. Julio Verne y su imaginación creadora es el símbolo de quien, con este elemento, construye aventuras y recorre mundos, nosotros tenemos este excelente libro cuyos ensayos nos permiten como a Verne, recorrer todos los universos que Walter Salazar Pérez nos regala.
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