Caso Lava Jato se tambalea
Cabecilla de constructora deja mudos a Rafael Vela y a su equipo de fiscales. Ya no habla de corrupción, sino de “falta de transparencia” y de “pecados”. Es la operación “lava cara”.
Hace un año, algunas voces solitarias advirtieron que el acuerdo de colaboración eficaz con Odebrecht tenía varios vacíos. Uno de estos era que el equipo fiscal Lava Jato y la Procuraduría ad hoc habían evitado imputar a los brasileños el pago de sobornos, y en vez de eso habían apelado al delito de lavado de activos para investigar y acusar a los políticos a quienes corrompieron.
Esto se confirmó el fin de semana pasado, el 9 de diciembre para ser precisos. Marcelo Odebrecht declaraba al diario O’Globo que “en Odebrecht cometimos dos grandes pecados: la falta de transparencia en la Caja 2 y la creencia de que el fin justifica los medios”.
Agregó que aportar a las campañas electorales no era delito, y que el dinero que salía de la División de Operaciones Estructuradas era un método común no solo en Perú, sino en otros países, y que no era ilícito, sino producto de sus ganancias.
“No seamos hipócritas”, agregaba el otrora empresario exitoso, refiriéndose a otras empresas que actuaban desde los años ochenta. En este punto, ya no habla de sobornos, sino de “pagos no contabilizados”.
Es decir, ahora que estos mafiosos ya pagaron sus penas con los países que sí los acusaron penalmente, y solo les queda responder a la justicia peruana y de dos naciones más, ya no admiten que lo que hicieron fueron crímenes que perjudicaron a los Estados por miles de millones de dólares.
Cabe recordar que, en el 2018, Odebrecht sí admitió haber pagado coimas ante la justicia de Estados Unidos y de Brasil, en obras y transacciones en sus respectivos territorios. En Perú, solo lo habían hecho en cuatro casos (Interoceánica Sur, Costa Verde del Callao, Línea 1 del Metro de Lima y Vía de Evitamiento del Cusco).
CONFESIÓN DE PARTE
Ahondemos un poco en la entrevista, por cierto poco conocida en el Perú, por cuya razón este diario le toma atención.
Es obvio que Odebrecht, a decir de su CEO, que está aún con detención domiciliaria, se ocupó de la expansión latina del holding que gerenciaba, y de los temas relacionados a lo que él llama el financiamiento de las exportaciones de servicios con apoyo del BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social o banco del Estado carioca).
Por primera vez, si bien no menciona al Perú, sino que trata de toda la región y sus vinculaciones con Estados Unidos, Cuba, Angola y otros países, es categórico al decir que no hay una caja negra de BNDES ni de su empresa ni tampoco hay delito en su relación con la citada institución bancaria.
Como no acepta ningún delito en la matriz financiera, recuerda que en los 20 años de trabajo solo tuvo un pedido o iniciativa del gobierno de Luis Inácio Lula da Silva, y esa fue una obra portuaria en Cuba, esto por “una motivación ideológica”, declaración que obviamente complica la situación de Lula da Silva que puede retornar a prisión.
“En todos los países, fuimos por nuestra propia iniciativa, ganamos el proyecto y buscamos una exportación de bienes y servicios”, asegura en otro momento.
Este objetivo –la exportación de bienes y servicios brasileños- lo subraya ante las quejas de que el financiamiento hecho para infraestructura de otros países fue en detrimento de las inversiones en infraestructura de su propio país.
En este momento, a Marcelo Odebecht le sale su verdad al asegurar que los recursos utilizados no eran para infraestructura de otro país. “Brasil no financió proyectos en otros países, financió en otros países para importar bienes y servicios brasileños que generaron ingresos y trabajo en Brasil”, afirma.
COINCIDENCIAS
La entrevista en O’Globo se dio –por aparente coincidencia- tres días después de que Jorge Barata declarara al equipo Lava Jato peruano que en el caso Gasoducto del Sur solo había pagado a privados por hacer lobby, y que Nadine Heredia pasó a ser la principal impulsora del proyecto energético.

LAS FAMOSAS APP
No deja de tener razón, porque el esquema usado en el Perú de asociaciones público privadas (APP), donde el empresario ponía los capitales y el Estado entregaba la concesión, como lo ha probado EXPRESO, fue desnaturalizado, al extremo que se buscaron varias modalidades para que sea el mismo Estado el que financiara las obras.
Es lo que ha pasado en las Interoceánicas o, en su defecto, el Estado garantizaba los cierres financieros o el levantamiento de fondos que no precisamente provenían del Brasil.
Por eso es que el mismo Odebrecht subraya una vez más que “el dinero para financiar exportaciones de bienes y servicios no estaba destinado a financiar infraestructura”.
El mismo Odebrecht tiene dificultades en explicar esos objetivos que, asegura, no está claro para los brasileños porque “se ha cubierto mucha niebla y se ha creado algo que llevará años disipar”.
Se refiere a la sospecha que hay ahora sobre todo lo brasileño. “Será difícil para otra compañía darle a Brasil la participación que tuvimos en América Latina como exportadores de bienes y servicios”, se queja en forma amarga.
La periodista Bruna Narcizo, casi al final de la entrevista, insiste: Después de todo, ¿hay una caja negra en BNDES?
“En relación con nosotros (Odebrecht) ciertamente no tiene caja negra. El personal dice que BNDES practicó políticas, especialmente tasas de interés bajas y condiciones de financiación favorables, que eran incompatibles con el mercado”.
Es de esta forma que las versiones iniciales de la aceptación del delito, ya sea ante la justicia norteamericana, ante Suiza o del mismo Brasil, empieza a edulcorarse, a cambiarse, como siempre sucede en los grandes dramas de las personas, de las empresas o de los países que muchas veces terminan en parodia.
LAVADO DE CARA
Ante esta nueva realidad, el excongresita Mauricio Mulder manifestó que los fiscales encargados del caso Lava Jato deberían profundizar aún más las diligencias con preguntas severas porque ahora sucede que Odebrecht pretende “lavarse la cara” cuando en su momento aceptó las acusaciones en su contra por delitos de corrupción.
“Los fiscales del Ministerio Público del Perú son muy complacientes con el caso Odebrecht, por eso es que el mandamás de la constructora brasileña sale a declarar que solo ha cometido ‘errores y pecados’, la investigación es por corrupción y eso tendrán que demostrarlo, con mayor trabajo de peso y no tratarlos con guantes de seda”, aseveró el exlegislador aprista.
Desde otra óptica el economista Manuel Romero Caro declaró ayer en un programa de Willax TV que “el Poder Judicial no debe ratificar el acuerdo con Odebrecht”. La razón es que la constructora carioca no tiene dinero “para cumplir lo acordado”, sostuvo.
“No ha pasado ni un año y se ha declarado en ‘default’. El principal activo que tenían en el Perú era la hidroeléctrica de Chaglla y la han vendido”, señaló.

PUERTO MARIEL
El lunes 9 de diciembre, Marcelo Odebrecht declaró, desde su casa, donde está bajo prisión domiciliaria por 19 años y cuatro meses, que Cuba era la primera prioridad del Gobierno de Lula Da Silva, sobre todo para la obra de expansión del Puerto de Mariel que costó 957 millones de dólares, financiados por el Brasil.

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