Ciencia no se queda callada sobre Bad Bunny: Su música activa placer y euforia
Investigadores concluyen que las canciones del artista puertorriqueño estimulan la liberación de dopamina, serotonina y oxitocina.
La música de Bad Bunny activa neurotransmisores que generan placer y euforia. Así concluyó un estudio del Colegio de Químicos de Puerto Rico que explicó que las interpretaciones del cantante activan neurotransmisores como la dopamina, serotonina y oxitocina.
Estas acciones sobre la música del artista, lo que genera sensaciones de placer, euforia y conexión emocional entre los asistentes a sus conciertos.
“La gente no solo baila, también se conecta bioquímicamente”, afirmó María Santiago Reyes, miembro del CQPR. El análisis se centró en la química cerebral y en cómo la música masiva afecta el bienestar colectivo. También se abordaron los impactos ambientales de los espectáculos masivos.
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“El fenómeno cultural que representa Bad Bunny también es una oportunidad científica para educar sobre temas urgentes como la sostenibilidad, la salud mental colectiva y la transición energética”, enfatizó Reyes.
“La química del cerebro explica por qué miles de personas se sienten tan emocionalmente vinculadas a estas experiencias masivas”, destacó sobre la música de Bad Bunny.
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