Honor y gloria: las memorias del general Marco Miyashiro

Por Sergio Alva

Muchos hemos escuchado la historia de la lucha contra el terrorismo desde diferentes versiones, en algunos casos lo han llamado conflicto armando, sin embargo, la verdad de las circunstancias solo nos la puede contar un verdadero implicado en esta guerra sangrienta que acabó con la vida de miles de compatriotas.

El general PNP en retiro, Marco Miyashiro, diálogo con EXPRESO sobre su más reciente libro ‘Memorias de un policía’, un material literario en el que no solo se toca la historia real de lo que significaron los años de conflicto contra los grupos subversivos que amenazaban al Perú, Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), sino también sobre la experiencia de un policía que se unió a las fuerzas del orden desde muy joven, pese a los temores y las contradicciones por parte de su familia.

El también excongresista nos dijo que decidió escribir esta obra, luego entender que otros efectivos que le habían enseñado todo lo que él aprendió, no sabían escribir. Fue ahí que vio la necesidad de plasmar las verdaderas experiencias de un hombre de uniforme que resguarda, en su mayoría, la tranquilidad de la sociedad en su conjunto.

"Me decidí a escribir las enseñanzas recibidas, las vivencias, las anécdotas, para que el lector que no es policía y supiera que detrás de ese uniforme, detrás de esa placa de policía existe un ser humano", indicó.

Mi madre no quería que fuera policía

Miyashiro relató que el ser policía era una decisión firme de su parte, esto pese a que su madre no estaba de acuerdo con esa profesión por todo lo que se hablaba de ellos en aquella época, pues se consideraba que los agentes muchas veces eran corruptos y mujeriegos, entonces ella tenía miedo de que su hijo Marco sea igual.

Sobre ello, consideró que, analizando la historia de la Policía, hay cosas buenas y cosas malas, sin embargo, siempre sobresale lo malo. Luego de eso, el general comentó que ese pensamiento por parte de su madre nace a raíz de que cuando él era niño, su familia tenía un negocio donde acudían efectivos policiales y realizaban actos de corrupción.

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"Al negocio de mis padres acudían personas de la Policía de Investigación del Callao, en vez de ir a cumplir con su función de inspeccionar, verdaderamente iban a recibir su propina y eso no quería mi señora madre, que yo caiga en esas redes. Con relación a ser mujeriego, cuando tenía 23 años me destacan a provincia, y ahí tuve la primera conversación sobre educación sexual con mi madre y se la repito”, y le dijo 'Marco no me hagas hijos en la calle'".

La lucha contra Sendero Luminoso

El general detalló las historias de su libro sobre la lucha contra el terrorismo, encabezado por Sendero Luminoso, manifestando así que esta guerra era muy difícil para poder desarrollar un trabajo de inteligencia.

Contó que la labor investigativa del GEIN se situó mucho en el seguimiento de los sospechosos para determinar que, efectivamente, se trataba de un delincuente terrorista, esto lo hacían recopilado evidencias para corroborar que pertenecían a un grupo subversivo.

"Cuando se detectaba un sospechoso, no se procedía a su captura, al contrario, se procedía a la observación, vigilancia y seguimiento, y en ese proceso se recopilaba información aquellos indicios y evidencias que hacían entender que el sospechoso era un terrorista", explicó.

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En ese sentido, contó que uno de los casos más peculiares sucedió el 31 de enero de 1991, cuando se logra encontrar los videos donde Abimael Guzmán aparece bailando ‘Zorba, el griego’, ahí se pudo identificar por fin la figura del sanguinario cabecilla de Sendero Luminoso.

"En ese video aparece una mujer que la habíamos detenido en el año 89 y durante la permanecía de la mujer en la Dircote, ella se cubría con excremento para que no pueda ser interrogada", relató.

Rehén en la toma de la residencia del embajador

Marco Miyashiro recordó cuando estuvo de rehén en la residencia del embajador, detallando que fue invitado porque era considerado como un policía amigo, sin embargo, comentó que "no sabía que estaría de invitado por 186 días".

En ese sentido, comentó que él y otros rehenes no se dejaban amilanar por los terroristas del MRTA, que habían tomado la embajada. Es ahí que sale la duda de ¿si en algún momento, dentro de su estadía como rehén, no pensó en enfrentarse a sus secuestradores y lograr que estos salgan? Ante ello Miyashiro dio una inesperada respuesta, pero a la vez con una gran lección.

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"Era muy difícil, yo tenía un amigo médico que iba a la embajada para atender a los rehenes, entonces le digo, 'cuando vayas a tu casa llama a un hombre de confianza, y dile que necesitamos que nos traiga armas al interior', y le expliqué cómo se podían introducir las armas, sin embargo, pasó el tiempo y nada, nunca sucedió. Más adelante, cuando salgo en libertad, me encuentro con el médico y le pregunté 'llamaste a mi amigo para realizar la operación de introducción de armas' y el me respondió 'yo soy médico y veía mucha angustia en los rehenes, cómo podía saber si tú estabas en tu cabal conocimiento y poder manejar un arma en el interior', la intención estuvo", contó el general para EXPRESO.

Así como estos temas, hay muchos otros más que relata Marco Miyashiro en su libro 'Memorias de un Policía', el cual fue presentado en la ya finalizada Feria del Libro del Bicentenario, que se desarrolló en el distrito de Miraflores.

Este ejemplar literario cuenta también con un enriquecedor prólogo por parte del excandidato presidencial Hernando de Soto, quien cuenta un perfil muy amplio del general PNP Miyashiro y su larga trayectoria como miembro de honrosa Policía Nacional del Perú.

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