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Murió Tomiko Itooka, quien tiene el récord mundial de longevidad a sus 116 años

La japonesa se convirtió en el símbolo de la longevidad antes de su fallecimiento.

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Murió Tomiko Itooka, quien tiene el récord mundial de longevidad a sus 116 años
Fecha Publicación: 04/01/2025 - 11:52
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Tomiko Itooka, quien ostentaba el título de la persona más longeva del mundo, falleció a los 116 años de edad. La noticia fue confirmada este sábado por las autoridades locales de Ashiya, Japón, donde residía desde hace tres décadas. Sin embargo, la personalidad pereció el 29 de diciembre, acontecimiento mantenido en reserva hasta esta semana.

Tomiko Itooka nació el 23 de mayo de 1908 en Osaka y fue la mayor de tres hermanos. A lo largo de su vida, fue testigo de los mayores avances tecnológicos, las guerras mundiales y varias pandemias. En sus últimos años, disfrutó de una rutina tranquila en una residencia de ancianos, donde pasó sus últimos días.

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Tomiko Itooka: el libro Guinness de los Récords

En septiembre de 2024, Itooka fue reconocida por el Libro Guinness de los Récords como la persona viva más longeva del mundo, luego del deceso de la española María Branyas Morera.

Antes de ser declarada la persona más longeva de Japón, en diciembre de 2023, Itooka alcanzó el hito tras la muerte de otra centenaria, Fusa Tatsumi.

Ryosuke Takashima, alcalde de Ashiya, expresó sus condolencias a la familia de Itooka, destacando el legado de esperanza y coraje que la mujer brindó durante toda su vida.

"La señora Itooka nos dio fuerza, enseñándonos que la longevidad también es sinónimo de sabiduría", expresó en un comunicado oficial.

Itooka también es un símbolo de la longevidad japonesa, país que se enfrenta a una crisis demográfica debido al envejecimiento de su población.

Actualmente, Japón cuenta con más de 95,000 personas de 100 años o más, de las cuales el 88% son mujeres. No obstante, el rápido aumento de la población mayor está poniendo presión sobre los servicios médicos y sociales, creando un desafío económico para el país.

Al margen de su longevidad, Tomiko Itooka disfrutaba de placeres sencillos, como comer bananas y tomar Calpis, una bebida de leche popular en Japón. Fue un modelo de salud y vitalidad hasta el final de sus días.

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