“Decir conflicto interno es faltar el respeto al Perú”
Considera que no existe una estrategia del gobierno para enfrentar al narcotráfico, el cual puede convertirse en un problema más grande que el que ocasionó el terrorismo.
El 6 de marzo el Ministerio de Justicia publicó en su cuenta de Twitter que las “Víctimas de periodo de violencia 1980-2000 tienen 306 vacantes reservadas en universidades públicas”. ¿No cree que catalogar como “periodo de violencia” en vez de referirlo como el periodo del terrorismo, es plantearlo de una forma que descalifica lo que sucedió en el Perú?
Efectivamente, lo que pasa es que en el Perú no se conoce la historia porque no se ha querido analizar, evaluar ni discutir lo que ha sucedido en el Perú en 20 años, entre 1980 y 2000. En primer lugar, es una falta de respeto a todos los peruanos hablar de conflicto armado interno, porque tendríamos que hablar de alzados en armas, como es el lenguaje que emplean los senderistas y emerretistas. Alzados en armas son aquellos a quienes un gobierno no les deja manifestar sus ideas, por eso de lo que hay que hablar es de una guerra subversiva.
Estas dos agrupaciones subversivas le declararon la guerra al Perú para tomar el poder a la fuerza y dentro de las modalidades que emplearon está el terrorismo, el sabotaje, la guerra de guerrillas, las operaciones psicológicas y los paros armados, si usted habla de terrorismo solamente estamos hablando solo de terroristas, pero ¿y el sabotaje?, ¿Quién derribaba las torres de alta tensión? ¿Quién asesinaba a todos los empresarios extranjeros para que se fueran? El término correcto para mí es una guerra subversiva.
-¿Por qué considera que hay esta confusión? ¿Dentro de esos 20 años quiénes son las víctimas y quiénes son los victimarios?
Acá se quiere confundir a los peruanos y se quiere hacer una analogía con lo que sucedió en Chile, Argentina y Uruguay, acá la gran diferencia es que nosotros teníamos un gobierno democrático que empleaba las Fuerzas Armadas contra esas organizaciones que querían destruir al país. En esos países había gobiernos dictatoriales que empleaban las FF.AA. contra su pueblo y por eso cuando se hace esas comparaciones y se habla de víctimas de la violencia y de reconciliación, la pregunta es: ¿reconciliación con quién? Lo primero que se debe hacer es definir lo que sucedió esos 20 años y si el Ministerio de Justicia no sabe es porque en el Perú no se ha querido discutir y eso está pendiente.
-Este problema de desconocimiento de la historia demuestra entonces que no hemos entendido nada de lo que sucedió durante esos 20 años.
Así es, por eso es que hoy estamos en otra guerra que es la guerra contra la corrupción que se aprovecharon de los años de este periodo y de esta actual inseguridad con violencia, no aprendimos. ¿Qué aprendimos los peruanos durante estos 20 años de vivir con temor? Hemos perdido las calles, hemos perdido la autoridad porque no hemos discutido este periodo doloroso del país todos los peruanos. Aquí lo que se buscó es echarle la culpa a las FF.AA. Sin embargo, la valoración que hay en el país de nuestras fuerzas sí es positiva. En el Perú, tú haces una encuesta sobre seguridad ciudadana y el 90% te dice que salgan las FF.AA. para combatir la delincuencia. ¿Por qué? Porque nunca se perdió la confianza a los soldados. Esa es una demostración de que todos aquellos que trataron de culpar a los militares y considerar como víctimas a los subversivos senderistas y emerretistas, no les ha ligado.
-¿Considera usted que el gobierno actual de Martín Vizcarra no tiene una política adecuada para enfrentar a los remanentes de Sendero Luminoso que atacan a los policías, sobre todo en el Vraem?
Primero no hay estrategia contra nada. Segundo, que para mí lo que existe en el Vraem no es terrorismo sino narcotráfico. Son bandas armadas que emplean procedimientos terroristas como emboscadas, ajustes de cuentas, etc. ¿Cuál es el último atentado terrorista que hubo en el Vraem desde el año 80 al 2000? Ninguno, porque a las FF.AA. no se le ha hecho terrorismo sino emboscada, hostigamiento. Terrorismo se hace a la población para que tenga miedo y a la autoridad para que deje de hacer algo. Eso es terrorismo.
Lo que hay en el Vraem es narcotráfico que emplea estas bandas armadas que ya no quieren tomar el poder. Ellos se dedican a dar seguridad a la entrada y salida de la droga. Ni este gobierno ni los anteriores han determinado cuál es el objetivo político del Vraem. Al no hacerlo, no hay estrategia a seguir.
NUEVA AMENAZA AL PAÍS
Para el exministro de Defensa, el narcotráfico es una amenaza superior al terrorismo porque significa violencia, secuestros, extorsión y más delitos conexos. “Acá lo que debe hacerse es sustituir la economía del narcotráfico en el Vraem, que es el principal valle productor de cocaína del país y empezar una lucha frontal contra la microcomercialización. Esos son dos ejes y estrategias que debería trabajar este gobierno y aún no lo hace”, apunta.
PERFIL
- Roberto Enrique Chiabra León es un militar y político. Fue ministro de Defensa durante el gobierno de Alejandro Toledo.
- Fue jefe del comando de operaciones del Cenepa en la guerra contra Ecuador, en 1995, labor por la cual fue reconocido en su institución.
- Cursó el Taller de Expertos sobre Fuerzas Militares y Policía en el Instituto Internacional de Derechos Humanos en Costa Rica.
POR: ERICK SÁNCHEZ NORIEGA
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