“Hay que terminar con los partidos vientre de alquiler”
“Tome usted un taxi. Y escuche. Están diciendo: ya no quiero más; que se vayan todos. Cuidado que todos, somos todos. En el tema ‘todos’ está la Patria. Y yo me niego a aceptar ese escenario que es peligroso”.
¿Qué tipo de educación necesitamos? ¿Una educación técnica, tecnológica, para el trabajo, emprendedora?
Necesitamos una educación en dos niveles, una educación dual. Necesitaremos ingenieros y arquitectos, pero también el complemento técnico de aquellos. Necesitamos gente técnica en el agro o la medicina. Hoy hablamos del paciente tratado digitalmente. Así como el presidente Fernando Belaunde hablaba de la educación al encuentro del educando, hoy podemos hablar de la salud al encuentro del paciente. La telemedicina, por ejemplo, rompe las fronteras físicas. Hay un déficit de salud muy grande. Estamos viviendo los inicios de la Revolución 4.0. Este será el siglo de la inteligencia artificial. Eso cambia todo, empezando por la educación, la formación y desarrollo de habilidades, que será permanente, digital y a distancia.
–Siempre que se habla del Perú se toma en cuenta primero el “mapa de la pobreza”, pero escuchándolo hablar, usted parece pensar más bien en el “mapa del desarrollo”.
Prefiero hablar del mapa de las oportunidades. Cómo no hablar de las oportunidades que tiene el Perú si cuando lo recorres ves el enorme potencial de desarrollo que tiene. Hace unos años hablábamos solo del “Milagro de San Martín” cuando sustituimos la coca por el café y el cacao, gracias a la carretera Marginal de Belaunde. Ahora, podemos hablar del milagro de la costa, donde estamos logrando teñir de verde el arenal. Falta aún represar más agua. Falta también incorporar a la pequeña agricultura. Y, ojo, que la agroexportación representa solo 250 mil de los 3 millones de hectáreas agrícolas que tiene el Perú. Tumbes no tiene por qué pasar emergencias todos los años. Se debe canalizar el agua que tiene en abundancia y que hoy se pierde en el mar.
–¿Qué tipo de reformas necesitamos con más urgencia, la laboral o la política?
Las dos. Porque en el Perú solo tenemos un 25 % de compatriotas con algún tipo de protección social, económica o de salud. Tenemos un 75 % en la economía informal. Tenemos que encontrar las medidas que promuevan la formalización de la economía, del trabajo. Y para eso necesitamos políticas audaces. La informalidad hace que nos demoremos más en alcanzar el desarrollo.
–¿Y las reformas políticas?
La verdad es que nos hemos quedado anclados en el pasado. No podemos tener un Parlamento que no sea representativo. Cuando fui diputado, éramos 180 diputados, 60 senadores, y había menos población. Hoy estamos subrepresentados. No digo que volvamos a esa fórmula, pero debemos avanzar. Debemos democratizar los partidos políticos. Yo eliminaría mañana el voto preferencial, pero no para ir a la dedocracia en los partidos. Elecciones primarias para todos, con la ONPE y con padrones cerrados. Eso va a pasar en agosto con Acción Popular. Y terminar de una vez por todas con los partidos vientre de alquiler. ¿Sabe cuándo hay partidos vientre de alquiler? Cuando no hay elecciones primarias. Porque los partidos que no tienen militancia, ¿cómo hacen la lista? Deberíamos apurar esa ley para eliminar en estas elecciones que se vienen cualquier vestigio de partidos cascarones que se alquilan o se venden al mejor postor. Tenemos que acabar con esos partidos que empiezan con un color y en cada elección aparecen pintados de otro color. Necesitamos partidos fuertes, con trascendencia, con principios, valores y que sustenten su programa.
–Entonces, usted es partidario del Senado.
Deberíamos haber repuesto el Senado. Yo recuerdo que, en el tema de la estatización de la banca, fue aprobada rápidamente en Diputados, pero se paró en el Senado. Fueron los propios senadores apristas quienes lo hicieron. En esos momentos, esos senadores fueron peruanos reflexivos que vieron que esa medida antes que un avance iba a ser un atraso para el país.
–¿Los congresistas debieran mantener su inmunidad o ésta debería desaparecer?
Los congresistas debieran mantener su inmunidad parlamentaria, porque un congresista debe tener la confianza de ejercer su función legisladora. Ahora bien, nadie debiera juramentar su cargo de congresista mientras tenga algo pendiente con la justicia según sea la gravedad del delito. Es decir, lo que debemos buscar es que la impunidad no respalde la inmunidad. El Parlamento debe tener los elementos suficientes de autonomía; un reglamento podría aclarar el tema para que los desafueros no sean eternos.
–¿Hay tiempo para que este Congreso debata el paquete de reformas políticas o sería mejor dejarlas para el siguiente?
Tiene que discutirse ahora. La próxima elección tiene que ser con algunas innovaciones. El Perú no da para más. Se lo dice alguien que está recorriendo el país.
Puedes encontrar más contenido como este siguiéndonos en nuestras redes sociales de Facebook y Twitter.