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Cerpa Cartolini participa en conversaciones con garantes

“Se ha empezado a tocar temas sustanciales”, afirmó monseñor Juan Luis Cipriani.  Expresidente Alberto Fujimori alistaba viaje a Cuba.

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Cerpa Cartolini mostraba rasgos de la frustración que lo había convertido en un sujeto muy agresivo. (FOTO: Archivo)
Fecha Publicación: 13/01/2019 - 01:30
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Durante febrero de 1997 los comandos se mantuvieron con orden de inamovilidad  absoluta en el cuartel de la 1ra. División de Fuerzas especiales del  Ejército (DIFEE) con el fin de prepararse para liberar a los rehenes que el MRTA había tomado en la residencia del embajador japonés, en San Isidro.

Esa etapa la dedicaron al entrenamiento en técnicas de dominación de inmuebles en zonas urbanas, tiro instintivo- selectivo (TIS) con todo tipo de armas y al manejo de explosivos.

Igualmente, a la apertura de trochas en paredes y entrenamiento en métodos de comunicaciones para asegurar el enlace radial. Mientras, los francotiradores –bajo la estricta mirada de Vladimiro Montesinos- ejecutaban tiros a objetivos en movimiento.

Seguidamente, por grupos y vestidos de policías llegaron a lo que sería el “teatro de operaciones”. Visitaron las casas desde donde partían los toneles, e hicieron un fructífero reconocimiento del terreno.

DESAFÍA AL PRESIDENTE

Al enterarse Néstor Cerpa Cartolini (a) “Evaristo” de la reunión que tendría el presidente Alberto Fujimori en Toronto y del respaldo unánime que recibió de la comunidad internacional, se conectó con la cadena CBS y advirtió: “Reto al Gobierno peruano a tomar una opción para acabar con la crisis, que la tome de una vez, cualquiera que sea, pero que lo haga. Hemos venido en concreto a un objetivo que es la liberación de nuestros compañeros emerretistas presos, y no vamos a renunciar a ello. Ese debe ser uno de los temas que debería estar en la agenda del dialogo”.

La transcripción de esa declaración fue analizada por Montesinos y entregada a Fujimori. Horas después, conocido el acuerdo de Toronto, “Evaristo” se ofuscó y a través de una radio emisora dijo: “Demando al presidente Fujimori a rectificarse públicamente en sus engañosas declaraciones, pues es totalmente falso que nosotros los del MRTA, hubiéramos dicho que retiramos nuestras demandas de excarcelación”.

Luego, agregó: “Exigimos su corrección, (…) a través de los contactos que hemos tenido hasta el momento con monseñor Cipriani, hemos intercambiado nuestras opiniones con respecto a la posibilidad de que nuestras demandas puedan ser aceptadas (…) esto no significa renunciar de ninguna manera a nuestra petición principal (…) esperamos que el señor Fujimori haga una rectificación pública en aras de no dañar la imagen del monseñor Cipriani como representante de la Santa Sede, porque esto constituye una evidente manipulación política que crea un ambiente de desconfianza”.

Ante ello, Montesinos hizo una  apreciación de inteligencia estratégica  de coyuntura y se la envió por criptofax a Fujimori, recomendándole que en sus declaraciones a la prensa no comentase el pronunciamiento de Cerpa y así se diluyera ante su silencio.

EN ALERTA AMARILLA

A las 5 de la madrugada del siguiente día, un terrorista ubicado en el segundo piso se acercó a una ventana por orden de “Evaristo” e hizo seis disparos al aire con su AKM. Tomo un megáfono y pronunció seis veces consecutivas los nombres de seis personas. El inesperado hecho asustó a los cautivos y el Centro de Indicación de Respuesta Global del desactivado Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) declaró alerta amarilla.

Montesinos recordaría que el 4 de febrero de 1979 durante la huelga de Cromotex fallecieron seis obreros de los cuales Cerpa era muy amigo.

No se equivocó, Tras canticos “revolucionarios”, Cerpa gritó: “¡Gloria a los seis mártires, nosotros venceremos teniéndolos como ejemplo!”.

Si bien el suceso no fue relevante, Montesinos lo incluyó en un informe entregado a Fujimori. A criterio del asesor, sirvió para ahondar más en el perfil de Cerpa, quien según el documento “mostraba rasgos de frustración que lo habían convertido en un sujeto muy agresivo y emocionalmente permanecía anclado en el pasado con un patrón de comportamiento lleno de fijaciones a lo largo del tiempo”.

Al día siguiente, un diario de conocida inclinación izquierdista publicó la declaración del emerretista Isaac Velasco, que había sido acogida por el periódico italiano “El Corresponsal”, en la que el subversivo reiteró que el comando del MRTA no desistiría de las pretensiones de lograr la liberación de sus compañeros y “continuaría hasta las últimas consecuencias”.

Afirmó también que no les interesaba prolongar el cautiverio de los prisioneros porque los emerretistas estaban preparados para soportar situaciones complejas.  Aseguró que “48 días, 60 o 90 no es nada en la lucha por conquistar la libertad de un pueblo y de nuestros compañeros presos en las cárceles peruanas”.

Dijo que una eventual acción militar significaría la muerte de todos, incluyendo los rehenes, pues sus compañeros estaban fuertemente armados y lucharían sin interesarles la vida de los prisioneros. Negó que el MRTA hubiera pedido asilo a algún país “porque somos peruanos  y nos vamos a quedar en el Perú”.

La difusión de dicho pronunciamiento alteró profundamente el estado emocional de los cautivos y sus familiares, quienes presentían un sombrío futuro para ellos. Imaginaban un largo cautiverio y finalmente la muerte de todos los ocupantes de la misión.

Montesinos utilizó ese mensaje para producir más inteligencia, se conoció la filosofía del MRTA frente a lo que podría ser el curso de acción, así como los escenarios y posibles resultados de una incursión militar.

El domingo 9 a las 12:20 del día Cipriani oficio una misa a la que también asistieron los rehenes que no eran católicos y los terroristas encabezados por Cerpa Cartolini, quienes en ningún momento dejaron sus armas. Terminada la liturgia, almorzaron juntos, escuchando la voz alentadora del Primado de la Iglesia en el Perú. Este se retiró a las 3 de la tarde tras conversar con “Evaristo” unos minutos.

 

PROXIMA ENTREGA: FUJIMORI Y FIDEL CASTRO SE REÚNEN EN LA HABANA

PÁNICO POR EXPLOSIÓN

Después de desayunar, a las 8:30 de la mañana del día lunes 10 de febrero de 1997, “Evaristo” contactó con la cadena británica  WTN y anuncií: “Si las condiciones lo permiten, iniciaremos las conversaciones preliminares el 11 de febrero (…) si es que no se consideran nuestras demandas que fueron el motivo de la toma de la residencia, las conversaciones preliminares no serían necesariamente el inicio de la solución”

Dos horas más tarde ingresaron a la mansión cuatro miembros de la Cruz Roja Internacional y los médicos Susuki y Portal para verificar la salud de los prisioneros. Una hora después, en momentos en que se iban a distribuir los alimentos, una fuerte explosión seguida de disparos entre los arbustos del  jardín causó pánico entre los rehenes y los vecinos pusieron en alerta a las fuerzas del orden.

Acto seguido, Cerpa a través de una radiodifusora indicó: “Hemos hecho una advertencia porque había temor de que la Policía ingresara dentro del terreno de la residencia. Hemos lanzado una granada y efectuado unos disparos para demostrar que estamos siempre listos y alertas”.

Una hora después ingresó a la residencia monseñor Cipriani acompañado  de Michel Minnig para conocer el estado  de los cautivos y conminó a Cerpa a no repetir acciones similares y este respetuosamente le respondió que tal acción no se repetiría.

 

CONVERSACIONES

En febrero hubo siete conversaciones entre Cipriani, portavoz de la Comisión de Garantes, acompañado por Minnig, no sin antes exhortar al Gobierno y al MRTA a que estas se efectúen  en absoluta reserva. A la 1:30 de la tarde, un auto Chevrolet Caprice de cuatro puertas, color blanco, lunas polarizadas y con el logo de la Cruz Roja Internacional ingresó a la casa donde tendrían ligar las conversaciones.

A las 3:18 de la tarde, Palermo, tres miembros de la Comisión de Garantes y el embajador Terada hicieron lo mismo. Minutos después, Minnig y el embajador Anthony Vincent ingresaron a la residencia del embajador Morihsa Aoki. A las 3:28, Rolly Rojas (a) ”El Arabe” subió al auto junto con Minnig y Vicent y se dirigieron a la casa donde tendrían lugar las  conversaciones. Lo esperaban Palermo, el embajador Terada y Cipriani. Tras un saludo cordial, iniciaron el diálogo.

Para dicha reunión, “Evaristo” ordenó a su lugarteniente seguir el libreto elaborado por los guerrilleros del M-19 cuando tomaron la embajada de República Dominicana en Bogotá, Colombia. No acudió él porque entonces consideró que como jefe del MRTA sólo podía dialogar con Fujimori. Imitó al terrorista colombiano Rosemberg Pavón que designó a “La Chiqui” para que lo representara.

La conversación acabó a las 7:18  de la noche y a esa hora “El Arabe” retornó a la mansión. Cipriani, megáfono en mano, anunció: “Hemos iniciado las conversaciones preliminares Se aprobó el procedimiento a seguir. Hemos acordado continuarlas en fecha a precisar”.

El viernes 14 a las 3:15 de la tarde fue la segunda conversación entre los mismos personajes. Al término de ella, Cipriani dijo: “Las conversaciones se han continuado en un ambiente positivo. El interlocutor del Gobierno y el representante del MRTA han realizado las respectivas exposiciones de sus propuestas  para la conformación de la agenda. Esta aún no ha sido aprobada. Los garantes y el observador consideran que se ha logrado avances reales. El día de mañana seguirán las conversaciones”.

Al respecto, el primer ministro japonés Ryutaro Hashimoto, desde Tokio, dijo que esperaba que en ambos diálogos se haya llegado a “asuntos concretos”.

La tercera conversación fue el sábado a las 11:20 de la mañana, duro tres horas. Luego Cipriani declaró: “En primer lugar, ambas partes han concluido sus exposiciones sobre los temas en relación con la conformación de la agenda. Los garantes y el observador han acordado elaborar una propuesta que facilite la continuación de las conversaciones (…) el representante de la Cruz Roja participará en la elaboración de esta propuesta, solamente en lo concerniente a asuntos humanitarios”. Todo eso fue ratificado por Fujimori en su visita a Masan, cuenca del rio Amazonas, donde inauguró una posta médica.

 

 

“EVARISTO” PRESENTE

A las 3:20 de la tarde del día 20 se dio un hecho inesperado. Cerpa se presentó con “El Árabe” y participó en las conversaciones. La reunión duró 3 horas, luego Cipriani dijo a los periodistas: “Se han empezado a tratar algunos temas sustanciales, los cuales requieren de un análisis profundo”.

El lunes 24 a las 10:20 de la mañana volvieron a reunirse los mismos personajes. El comunicado fue el siguiente: “Los participantes en esta quinta conversación preliminar han sido el interlocutor del Gobierno, su asesor, el señor Payet. De parte del MRTA, Néstor Cerpa y Rolly Rojas (…) en un ambiente de cordialidad. Se están avanzando los temas sustanciales”.

 

Lamentablemente no se llegó al final esperado. La intransigencia de Cerpa frustró la solución pacifica, que era el objetivo prioritario del Gobierno.

PLAN DE FUGA

Por doctrina, si un militar peruano es hecho prisionero de guerra o tomado en rehén por alguna organización terrorista, dentro o fuera del territorio nacional, tiene la obligación inevitable de intentar fugar.

Montesinos sabía que los prisioneros militares intentarían huir de la mansión desde el primer día de cautiverio. Uno de los requisitos más importantes seria tener lucidez mental y resistencia en caso de ser torturados para delatar a sus compañeros.

Por información obtenida por Inteligencia Electrónica  (EINT) en febrero, el asesor se enteró que el almirante AP (r) Luis Giampietri Rojas elaboraba un plan de fuga con su “Estado Mayor”.

“Si bien fue una información que debería generar nivel de alerta y reporte inmediato al Presidente, al procesarla y analizarla con las otras fuentes que disponíamos en el SIN, llegue a la conclusión de que era un plan imaginario causado por la desesperación y el hartazgo”, dijo luego Montesinos.

El plan de fuga no fue más allá. Cuando Giampietri y el embajador peruano se lo comentaron Morihisa Aoki, este se opuso y se dio un intercambio de palabras que felizmente no fue captado por los emerretistas. No obstante, la breve discusión fue conocida por los garantes que comunicaron lo sucedido a Fujimori el 18 de febrero en Palacio de Gobierno.

OTRA VEZ EN SANTO DOMINGO

El 12 de marzo de 1997 Fujimori partió nuevamente a Santo Domingo (República Dominicana) para reunirse con su homólogo Leonel Fernández. Lo acompañaron congresistas, funcionarios de su Gobierno y su hijo Kenji. Durante horas buscaron una fórmula para que los terroristas pudieran ser asilados en dicho país. Al término del dialogo Fernández anunció su disposición de asilar a Cerpa y sus secuaces.

 

Solo quedaron pendientes algunos detalles: cuántos terroristas serían recibidos, en qué condiciones y el tiempo de su estadía, así como los responsables de la custodia.

EN LA HABANA

MONTESINOS SE REÚNE CON FIDEL CASTRO

Antes de viajar al exterior para entrevistarse con algún mandatario, Fujimori se reunía con Montesinos. Y eso hizo con gran interés antes de encontrarse con el sátrapa Fidel Castro. El asesor le entregó un informe y Fujimori le preguntó si conversó con Castro. “El general Gallegos y yo compartimos con el señor Castro no solo el desayuno, almuerzo y comida, también lo acompañamos todos los días en las actividades que efectuó”, respondió Montesinos.

 

CÉSAR REÁTEGUI

 

 

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