Masacre en Pataz pone en jaque al gobierno de Dina Boluarte: asesinato de 13 trabajadores evidencia pérdida de control en la zona
Sicarios están vinculados a mafias, que estarían integradas por peruanos y venezolanos, quienes ejecutaron a quemarropa a agentes de seguridad de la empresa R&R que trabajaba para la minera Poderosa, impulsados por el control de oro.
Los trece agentes de seguridad de la empresa R&R que fueron secuestrados el pasado sábado 26 de abril, y trabajaban para una minera artesanal ligada contractualmente a la minera Poderosa para un trabajo de explotación, fueron ejecutados de la forma más inhumana por criminales al parecer ligados a mineros ilegales, a pesar del estado de emergencia que dictó el gobierno desde hace más de un año.
Las víctimas fueron encontradas semidesnudas, atadas de pies y manos, con los ojos vendados y, según algunos reportes, quemadas, para finalmente ser ejecutados con un balazo en el cuello.
Los delincuentes estarían vinculados a mafias, al parecer integradas por peruanos y venezolanos, motivados por el control de recursos auríferos (oro). Trascendió que los sicarios pertenecerían a la banda criminal de alias ‘Cuchillo’.
“Los que tienen a nuestros muchachos son delincuentes al mando de un criminal apodado ‘Cuchillo’ y los tienen en la mina de un tal ‘Galindo’, en el anexo de Pueblo Nuevo. Han entrado armados a la mina y son 13 de nuestros trabajadores. Estamos negociando, pero los delincuentes no quieren saber nada. Que la Policía tenga conocimiento de esto y vayan a rescatarlos. No estamos con los brazos cruzados”, expresó uno de los compañeros de las víctimas.
El padre de Deiter Abraham Domínguez Ramírez, uno de los mineros asesinados en Pataz, reveló que se enteró de la trágica noticia por medio de los compañeros de trabajo de su hijo.
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