Pedro Castillo: algunas de las falacias de la defensa internacional del golpista
No hay que soslayar que todo justiciable, por más grave que hayan sido los hechos que cometió, por encima de todo, tiene el derecho irrestricto de contar o disponer de todas las defensas legales que considere necesario.
Se trata de una entrevista personal realizada hace pocos días en un medio informativo extranjero al defensor legal del exmandatario Pedro Castillo ante el sistema interamericano de derechos humanos, de nombre y apellido Leonardo Croxatto, en el presente caso designado y nombrado para que lo defienda y haga uso de todos y cada uno de los recursos legales que permite la legislación hemisférica.
Me refiero a una amplia y controvertida gama de respuestas y afirmaciones categóricas que sin mayores miramientos y recato abiertamente refiere el citado abogado, y que tienen un particular contenido legal, político, social, mediático, antropológico y jurídico, las que no tengo mayores dudas que denotan una abierta y ceñida desnaturalización del sentido propio de la verdad conforme a los principios que rigen el derecho, respecto a lo que realmente aconteció en nuestro país el día 7 de diciembre de 2022.
Hablamos de un flagrante golpe de Estado que se llevó a cabo en contra de la democracia en nuestro país, del mismo Estado de derecho, de lo que se encuentra señalado en la Constitución Política, y una serie de hechos o actitudes delictivas que para tales fines se encuentran tipificadas o catalogadas como delitos graves en el Código Penal peruano.
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Lo primero que es necesario dejar en claro es que no ignoramos ni menos soslayamos que todo justiciable por más grave que hayan sido los hechos que cometió, por encima de todo tiene el derecho irrestricto de contar o disponer de todas las defensas legales que considere necesario.
Tiene el derecho de estar asesorado y defendido por parte de una defensa legal adecuada, responsable, convincente, capacitada, y de forma muy particular, a la altura de las circunstancias en las que se necesita desenvolver.
Hablamos de una serie de circunstancias comprometedoras en la que aparece vinculado su defendido, frente a la posibilidad de que se le pueda aplicar sanciones penales conducentes a privarlo de la libertad por varios años, y de otro lado, en igualdad de condiciones, la credibilidad y solvencia de una nación como la de Perú, a la que se le acusa en los foros internacionales de graves violaciones de los derechos humanos, la misma que además se encuentra por razones de coyuntura y otras desavenencias inmersa en una serie de conflictos internos, amén de otros graves problemas.
Por Luis Lamas Puccio
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