Fiscal dice que críticas a Marita Barreto son delitos: criminaliza pedido de acceso a la información
Acusa a periodista José Briceño, quien reveló que funcionaria había pagado 60 mil dólares al contado por terreno.
En pleno siglo XXI, el sistema de justicia del Perú tipifica como organización criminal y colusión, el que un periodista haya revelado cuestionadas acciones de funcionarios, y que incluso pida información oficial para contrastar la noticia.
Este es el caso del fiscal José Antonio Huaylla Marín, quien era subalterno de Marita Barreto (actual jefe del Equipo especial contra la corrupción) en casos de lavado de activos que involucrarían al empresario Vicente Díaz Arce.
Cuando Barreto coordinaba con Huaylla, se incluyó a José Briceño Abanto, profesional con décadas de trayectoria en la prensa nacional, en las cuales también fue dirigente de la Federación de Periodistas del Perú, como investigado en una red criminal.
Inventa crímenes
'Brazo de protección mediático' es la labor que, según el representante del Ministerio Público, se hacía mediante noticias que “se caracterizan por ser noticias maliciosas, ajenas a la verdad, calumniosas y difamatorias contra las autoridades que se encargan de investigar o procesar”.
Asimismo, acusa a Briceño “de intimidar a estos e influir en sus decisiones neutralizar las investigaciones”.
En vista de que Huaylla menciona a EXPRESO como un medio de comunicación donde se hicieron estas revelaciones, nos vemos obligados a aclararlo.
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Ninguna de las publicaciones que el fiscal califica de 'calumniosas y difamatorias' fue objeto de querella alguna. Además, ninguna mereció una carta de nos obligara a rectificar lo divulgado.
“Pseudo periodista José Briceño Abanto” es otro calificativo que Huaylla lanza contra el acusado, término que no existe en el Código Penal ni en el Código de Procedimientos Penales. Se supone que sus investigaciones se deben basar en estos documentos.
“Cuestionan la función de la fiscal que lo investiga, quebrantando su rol y función cumpliendo deberes de probidad, objetividad y transparencia”, añade el funcionario, como si cuestionar la función pública fuera un crimen.
El aparente desconocimiento mínimo de cómo se ejercer la libertad de expresión se aprecia cuando Huaylla pone como elemento de convicción el que Briceño haya solicitado al Ministerio Público si existían resoluciones que permitieran que las diligencias realizadas por Barreto con colaboradores eficaces se realicen fuera del despacho.
Fiscal contra EXPRESO
En otro punto, se criminaliza la opinión publicada en EXPRESO el 26 de diciembre de 2019, de que Control Interno debería investigar a la fiscal superior.
“Compró el 7 de agosto de 2017 un predio de 409 metros cuadrados en un condominio campestre y vacacional, en Asia, por US. $ 60,000”, era el hecho que se pedía aclarar públicamente.
Huaylla también señala como indicio criminal que Briceño se haya comunicado varias veces con el también comunicador Rafael Romero Vásquez, y que se hayan publicado noticias donde voceros del caso Díaz Arce emitan sus opiniones.
Como si fuera poco, el fiscal de lavado de activos acusa al periodista de realizar un “pedido temerario y de mala fe, a pesar de no ser parte del proceso, pues con fecha 17 de octubre de 2019 solicitó ante la Presidencia de la Junta de Fiscales Superiores de Lima, información sobre partida presupuestal o la existencia de un fondo del Ministerio Público destinado a los fiscales y su trabajo para con los colaboradores eficaces”.

Ni una querella
“Se está criminalizando temerariamente una labor periodística que inclusive no habría ameritado siquiera una denuncia por querella”, sostuvo el abogado Erasmo Reyna.
El fiscal Huaylla dice que se publicó noticias 'a cambio de beneficio económico', pero no precisa cuáles serían.
Nunca mentimos
“Si un fiscal consigna en un documento que mis noticias son difamatorias, sin que haya una sentencia o proceso siquiera, es claro que actúa con criterios subjetivos y de revancha”, manifestó Briceño.
Respecto a las llamadas con Rafael Romero, señaló que este es también periodista y amigo suyo. “Conozco a su familia, y se coordinan notas con base en la verdad. Nunca mentimos en estos temas”, aseguró.
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