Daniel Noboa, presidente de Ecuador, sale ileso tras violento ataque a balazos en medio de protestas
Hecho fue calificado por las autoridades como un intento de atentado.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, resultó ileso este martes tras un ataque contra su caravana mientras se desplazaba por la ciudad de Cuenca, en medio de una jornada de protestas indígenas contra su gobierno. El hecho fue calificado por las autoridades como un intento de atentado, lo que prende las alarmas sobre la seguridad presidencial en el país andino.
Según informó el propio Gobierno ecuatoriano, un grupo de aproximadamente 500 personas habría interceptado la caravana oficial, lanzando piedras e incluso efectuando presuntos disparos contra el vehículo del mandatario. La ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, confirmó que se encontraron signos de bala en el auto en el que viajaba Noboa.
“Le estuvieron lanzando piedras y también hay signos de bala en el carro del presidente”, señaló Manzano. A pesar de la violencia del ataque, aseguró que el mandatario “está haciendo su agenda con normalidad”, restando dramatismo a la situación, aunque no minimizando su gravedad.
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Videos difundidos por la Presidencia de Ecuador captaron el momento del incidente desde dentro de uno de los vehículos, cuando objetos golpean los vidrios y se escucha a alguien gritar “¡agachen la cabeza!”. También circularon imágenes externas donde se observa a manifestantes, varios con trajes tradicionales indígenas, arrojando piedras y palos mientras suenan sirenas de emergencia.
Desde el mismo Cuenca, horas después del ataque, Noboa se dirigió al público y condenó los hechos con firmeza. “Esas agresiones no se aceptan en el nuevo Ecuador. La ley aplica para todos. No vamos a permitir que un grupo de vándalos evite que trabajemos por ustedes”, declaró ante la multitud.
El gobierno presentó una denuncia por tentativa de asesinato contra el presidente y confirmó la detención de cinco personas involucradas en el hecho. Estas serán investigadas por el delito de terrorismo, el cual en Ecuador puede ser penado con hasta 30 años de prisión, informó la ministra Manzano.
El ataque se produjo en un contexto de creciente tensión social, tras varios días de movilizaciones lideradas por organizaciones indígenas que rechazan decisiones del gobierno en materia económica, energética y de seguridad. Mientras tanto, la administración Noboa insiste en que no dará marcha atrás en su agenda de reformas.
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