Fallece James Lovell: el héroe del Apolo 13 que desafió la muerte en el espacio
El astronauta lideró una de las operaciones más arriesgadas y exitosas de la NASA.
El veterano astronauta estadounidense James Lovell, quien lideró la misión Apolo 13 y transformó una emergencia en un hito de ingeniería, murió a los 97 años en Lake Forest, Illinois.
La NASA confirmó su fallecimiento este viernes y lo recordó como un “hombre de carácter y valentía inquebrantable” que ayudó a Estados Unidos a llegar a la Luna.
Lovell se convirtió en figura emblemática de la carrera espacial gracias a su participación en cuatro misiones, un récord en la primera década del programa de vuelos tripulados de la agencia espacial.
Entre ellas, destacó el Apolo 8, en 1968, que junto a Frank Borman y William Anders se convirtió en la primera misión en orbitar la Luna, superando a la Unión Soviética en la competencia por la exploración lunar.
La imagen de la Tierra tomada entonces y la lectura del Génesis en Nochebuena permanecen como símbolos de esperanza.
No obstante, fue el Apolo 13, en abril de 1970, el que consolidó su reputación. Cuando una explosión en un tanque de oxígeno frustró el alunizaje, Lovell y sus compañeros Fred Haise y Jack Swigert afrontaron cuatro días críticos confinados en el módulo lunar, con oxígeno, agua y energía limitados.
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La frase “Houston, tenemos un problema”, popularizada por la película de 1995, resumió la gravedad de la situación.
El liderazgo sereno de Lovell y la respuesta coordinada de ingenieros y controladores en tierra, encabezados por Gene Kranz, permitieron improvisar un plan de rescate que salvó la misión y a la tripulación.
Décadas después, Lovell afirmó: “Lo que quiero que la mayoría de la gente recuerde es que… fue todo un éxito, porque demostramos la capacidad del personal de la NASA”.
Récord de horas en órbita
Acumuló más de 715 horas en el espacio, un récord vigente hasta la era Skylab, y dejó reflexiones que revelaban su pragmatismo: “Podría haberme ido en 1970… sigo respirando.
Así que no me preocupan las crisis”. El Smithsonian lo describió como un hombre afable, sin arrogancia, capaz de evaluar riesgos con claridad.
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