Wisconsin sumido en estado de emergencia por ola de protestas
El afroamericano Jacob Blake recibió cuatro de los siete disparos ejecutados por policías. La mitad de su cuerpo está paralizado.
La familia del hombre afroamericano baleado por la policía en Kenosha, en el estado de Wisconsin, realizó una emotiva defensa del valor de la vida de su hijo y pidió el fin de las violentas protestas que estallaron en la ciudad.
“Le dispararon a mi hijo siete veces. ¡Siete veces! Como si no importara”, dijo Jacob Blake.
La conferencia de prensa fue convocada por los abogados de la familia mientras funcionarios estatales y locales se preparaban para una tercera noche de disturbios después del encuentro de Jacob Blake Jr. con la policía el domingo, en el que le dispararon a quemarropa.
Más temprano el martes, el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, declaró el estado de emergencia y dijo que desplegaría más tropas de la Guardia Nacional del estado para contrarrestar a los saqueadores y pirómanos que habían causado daños generalizados a edificios públicos y empresas.
Los abogados dijeron que Blake estaba paralizado de cintura para abajo –posiblemente de forma permanente–, tenía agujeros en el estómago, sufría daños en el riñón y el hígado y necesitaría que le quitaran todo el colon y el intestino delgado.
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