Aciago 28 de Julio

Alea jacta est. La suerte está echada para el Perú, culpa de una oposición descastada representada por un Congreso mayoritariamente indigno, que ayer se dejó humillar por quien ha sido imputado en cinco diferentes oportunidades por la Fiscalía de la Nación acusado de presidir una organización para delinquir. Ayer, cuando Pedro Castillo, jefe de una banda criminal -dedicada a asaltar el Estado- ingresaba al palacio legislativo, en lugar de levantarse, protestar y abandonar –unánimemente- sus escaños, todos los parlamentarios de la oposición permanecieron firmes en sus lugares. ¡Bien sentaditos! Mientras los congresistas oficialistas aplaudían -de manera cómplice y vergonzante- al jefecito dudosamente elegido, y moral e intelectualmente incapacitado para gobernar. Ya a mitad de una verborrea soporífera, empezarían a abandonar el recinto algunos legisladores de oposición, ignorando que en política los gestos marcan la carrera de las figuras públicas. Gestos como, por ejemplo, montarse sobre sus curules y lanzar soriflamas, denunciando a Castillo. Nada de eso. Estamos notificados. ¡Con gente de la estirpe de la que viéramos ayer en el bloque opositor, siempre se impondrá el gobierno comunista! Qué falta hacen los congresistas de antaño, que pifiaban desde el ingreso al mandatario que no daba talla para gobernar –aún sin ser sospechoso de dirigir una banda criminal, como Castilllo- a quien le habrían impedido acercarse al palacio Legislativo.

Por lo demás, resulta ocioso analizar ese soporífero mal llamado mensaje del jefe de Estado, como el que leyó ayer este presidente cinco veces denunciado por corrupcíón. Un mamotreto falso y negligente, cándidamente leído por Pedro Castillo, apelando a la parafernalia estatal -y a las fiestas patrias- para burlarse de millones de peruanos transmitiéndoles un rosario de mentiras. O en el mejor de los casos, medias verdades. Como esa de endiosar al “gobierno del pueblo”, tal como él identifica a su organización criminal urdida para beneficiarse él, su círculo familiar y un clan chotano. Porque está comprobado que el suyo es un gobierno absolutamente incapacitado para gestionar el Estado en beneficio del pueblo.

Castillo se vanagloriaba ayer de “lo que propuse el 28 de julio 2021”. Pero resulta que lo que prometió hacer el año pasado, sencillamente no lo hizo porque no tenía la más pálida idea de cómo implementarlo. ¡Y en el camino priorizó poner en ejecución una organización criminal! La que formó con los pachecos, sus sobrinos, algunos policías sucios; y muy pronto se conocerá el cartel completo. Su prioridad fue –y sigue siendo- enriquecerse hasta la náusea. Para ello incorporó a una escoria de ministros para que le acompañen, lo que produjo el vacío más espeluznante que ha atestiguado el país. Como consecuencia, el Estado quedó en abandono y la población cayó en un salvaje desempleo, el sector minero en la parálisis, la economía en cuidados intensivos, etc.

Castillo no levantó un solo cargo; pero se comprometió a luchar contra la organización criminal. ¿Se refería a la mafia que él mantiene montada, según el Ministerio Público?

Si Castillo fuese de derechas, ¿acaso la oposición comunista le habría soportado un día en el poder?

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