Almagro, guardaespaldas de Castillo
Según Luis Almagro, engreído de la zurda tupamaro uruguaya; admirador de Fidel y Raúl Castro, Hugo Chávez y Nicolás Maduro, ¡Pedro Castillo es un gran estadista! Ahora Almagro es Secretario General de la desacreditada OEA. Y acaba de armar una show en Lima para lavarle la cara a Castillo, un individuo seriamente imputado por corrupción. Almagro ha incorporado a Castillo en la relación de dictadores comunistas regionales que él admira.
Este burócrata internacional tuvo la insolencia de halagar a Castillo, ofendiendo a la mayoría de peruanos que repudian a Castillo. Esto lo demuestra la reciente elección de alcaldes y gobernadores, adonde el partido Perú Libre fue barrido en las urnas por voluntad popular. Urbi et Orbi, Almagro anunció: “Castillo es un experto en agricultura, un presidente muy bien enterado de las realidades del Perú”, insinuando que además es víctima de una persecución por las clases de poder peruanas. ¡Para esto vino Almagro al Perú! Como socialista sudaca, su meta es expandir la cubanización de Latinoamérica. No repara en aquella desgracia que significa para nuestra nación que unos aventureros de las canteras de la izquierda más radical –semejante al Pol Pot camboyano- insistan en secularizar la democracia peruana como copia y calco de esas republiquetas totalitarias en que el comunismo han vuelto a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Yerra exprofeso Almagro al llamar a Castillo “experto en agricultura”. Porque conoce que en su primer año de gestión este dinamitó la compra de urea, dejando desvalida a la vibrante nueva agricultura peruana, hija del milagro de empresarios del agro peruano que, después del fracaso de la reforma agraria socialista, convirtieron los arenales en unos vergeles, inaugurando una ejemplar área agroexportadora que actualmente abastece de alimentos no sólo al Perú, sino al mundo entero. De manera que, frustrando la compra de urea –por corrupción, por ineptitud e impidiendo que el sector privado importe urea, disponiendo que sólo lo hiciese el Estado- Castillo ha conseguido que el Perú perdiese su época propicia para la siembra de los productos de panllevar.
De la boca para afuera Almagro aplaude a Castillo. Evidentemente sabe de sus limitaciones, sus torpezas, su desconocimiento de la realidad. ¡Sobre todo sabe de su monumental corrupción! ¡Pero sigue las consignas de la gauche sudaca! Por eso vemos esa angustia de Almagro por librar a Castillo de sus escándalos de corrupción, por los cuales el Ministerio Público está investigándolo imputado como probable líder de una organización criminal con gravísimas evidencias de hechos de podredumbre. Almagro no sólo no dijo una palabra sobre semejante estigma. Más bien, ha preferido contribuir a victimizar a Castillo aunándose a la estrategia del martirologio que ha montado este régimen comunista/senderista, que encabeza un mandatario que, comprobadamente, obstaculiza a la Justicia.
Almagro, aquel tupamaro burócrata latinoamericano; aquel esquizofrénico que mutó del “Fuera Maduro” a propiciar la convivencia con la tiranía comunista, y a promover obsecuentemente las figuras de Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Evo Morales, ahora ayuda a Castillo idealizando una coexistencia regional dirigida a que Latinoamérica se consagre al marxismo corrupto del Siglo XXI.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.