¡Aníbal Torres sigue libre!

Hay sujetos minúsculos, aunque muy petulantes, que efímeramente pasan por el poder creyéndose seres superiores. Gente que no deja huella alguna de una sola obra a favor del país –sobre todo de la sociedad–, sino muy por el contrario, pasa al anonimato por su innata ridiculez, personalidad liliputiense; animosidad colosal y visceral mediocridad, taras que les permite considerarse obviamente todopoderosa.

Aunque en la vida real, son seres marcadamente acomplejados. Aníbal Torres Vásquez, fugaz ex presidente del ‘consejo de ministros’ del peor gobierno que recuerde la patria, es uno de ellos. Quizá el que mejor encaje con la definición con que iniciamos este comentario. Un odioso esperpento, venido a más por las incomprensibles circunstancias que cada cierto tiempo le depara el destino a las sociedades, a las que decide castigar por algún designio divino.

Torres, arquetipo de estas especies de poca altura y avinagrada conducta que siempre destacan por su resentimiento social, encuadró perfecto en el corrupto régimen que liderara el peor presidente de la historia que haya gobernado este país, quien en dieciséis meses y nueve días destruyó moral, social, económica, material, política y anímicamente al Perú.

Suerte de consigliere de la maldad, el tal Torres fácilmente manipulaba, muy a su pérfido estilo, a este casi analfabeto ex mandatario que sorpresivamente acabó electo sin explicación lógica alguna.

Iniciado el régimen Castillo, el 30 de julio 2021 Torres juraba como ministro de Justicia. Ya el 8 de febrero 2022 ocupaba a premierato; en abril de aquel año, horrorizaba al país con un elogio dedicado a Adolph Hitler como “promotor de infraestructura”; en agosto 2022, azuzaba al pueblo a que “asista masivamente a manifestaciones para atacar el local del Congreso”, e inventó los incendiarios consejos descentralizados de ministros.

Desde allí instigaría al populacho para sublevarse contra aquello que él denominaba ‘la oligarquía dominante’. El 25 de noviembre 2022 renuncia al cargo posiblemente al ver que se desmoronaba el régimen. Allí Betssy Chávez Chino asume el premierato. ¡Otra incitadora a la violencia, como su antecesor en la PCM! No obstante, cazurro y taimado como es, Torres adoptó el papel de ‘consejero’ presidencial. ¡Hasta que vino el golpe de Estado! Castillo con Torres y Chávez se encontraban los tres encerrados en palacio.

Castillo lanzó un manifiesto de arenga televisiva a las fuerzas del orden para clausurar el Legislativo, aprehender a la Fiscal de la Nación, intervenir el poder Judicial, precintar el Tribunal Constitucional, etc. ¡El característico golpe de Estado! ¡Pero las FFAA y PNP ignoraron los ucases del golpista Castillo! Torres y Castillo acabaron apresados por la Policía y llevados a la Prefectura, denunciados por quebrantar la Constitución. Pero el tramposo Torres se daría maña para alegar “estoy mal de la próstata”. Extrañamente, el juez Checkley le concedió “prisión domiciliaria”.

Hoy, el indeseable se pasea campantemente por donde quiera, haciendo gala de un poder que jamás debiese ostentar. Aníbal Torres Vásquez es pues un individuo despreciable, coautor de todas las trapacerías de su jefecito golpista/corrupto Castillo. Sin embargo, hasta hoy la Justicia sigue premiándole con una incomprensible libertad.

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