¡Apresen a Evo Morales!
Amlo, ese sujeto mexicano tan lenguaraz como prepotente, aparte de acusado de corrupto, que se dedica a insultar y a intervenir en asuntos internos del Perú, no es el único mandatario latinoamericano que se entromete en temas internos de otra nación, contraviniendo los acuerdos internacionales sobre el particular.
Evo Morales es otro de estos pobre diablos que, por dárselas de abanderados de la izquierda regional, actúan como Mesías, siendo en realidad unos satanes de la politiquería y unos viles promotores de la agitación de nuestros pueblos. Lástima que la diplomacia peruana continúe secuestrada por los termocéfalos zurdos liderados por otros presumidos comunistoides-bon vivant, como Manuel Rodríguez Cuadros y “George” Forsyth. Porque no ha bastado el desahucio del que fue embajador de México en Lima para callar al papagallo amlo. Ha hecho falta declarar persona No Grata a Perú al mismísimo presidente López Obrador para siquiera callar la indignación general que existe acá contra este individuo.
No obstante nada se dice sobre el caso del dinamitero Evo Morales, quien está abocado en exclusividad a soliviantar el suroriente/occidente peruano con el fin de anexarlo a lo que llama nación plurinacional andina.
Es decir, lo que intenta hacer este miserable es cercenarle territorio a nuestra patria para convertirse él mismo en una suerte de cacique plurinacional, propietario de todo un enclave territorial robado a los 32 millones de peruanos. Para esto viene azuzando a cientos de miles de puneños, arequipeños, moqueguanos, tacneños a sumarse a su causa, con el objeto de generar un movimiento alzado en armas contra el Estado peruano. ¡Y de paso deslegitimar, desestabilizar y finalmente derribar al gobierno que preside doña Dina Boluarte! Lo que viene ensamblando Morales en el sur peruano es, sin temor a equivocarnos, una rebelión extranjera (como es él), disfrazada de protesta popular y con visos de extrema violencia. ¡Aparte de inmenso odio a todo aquel peruano que no forme parte de la afiebrada -por gentuza como Evo Morales- zona sur de nuestra nación! Este delincuente debe ser apresado inmediatamente por nuestras autoridades; acusado de liderar un motín contra el Estado peruano; y condenado como merecen quienes no sólo se inmiscuyen ideológica, política y narrativamente en atentar contra la paz y la estabilidad de un país ajeno, sino participan activamente en su cercenamiento territorial y en la sublevación de pobladores que son ciudadanos peruanos. En realidad, no tiene explicación la mano blanda de parte del conjunto del Estado peruano- desde la presidencia de la República, poderes Legislativo y Judicial, y Fiscalía de la Nación- con un foráneo que, impunemente, viene amotinando a varias regiones sureñas con el fin de quitarle territorio a nuestra nación, aparte de exacerbar a nuestras poblaciones a rebelarse alzándose en armas contra el Estado. Esto, amable lector, es un secreto a voces que viene expandiéndose desde antes de la caída del golpista-corrupto Castillo. inclusive fue él quien, en actitud traidora a su patria, le abrió las puertas de nuestro territorio al miserable Morales, a efectos que soliviante a la población de Puno para robarle territorio al Perú.
