Castillo envuelto en llamas

La noche del martes, lanzando un tweet Pedro Castillo daba las gracias ”a nombre del gobierno del pueblo” al ahora ex ministro Mariano González, a quien había cesado del cargo en forma fulminante. La guerra estaba declarada. Hasta el filo de la medianoche un indignado González recorrería diversos canales de televisión, denunciando que el aún presidente Castillo está moralmente incapacitado para gobernar.

González, abogado y ex ministro de Defensa de PPK, había juramentado apenas dos semanas atrás. Suponemos que era consciente de que quien lo llamó para ejercer un cargo de confianza -tan comprometedor- era la cabeza de una organización criminal. Así lo había calificado semanas atrás la Fiscal de la Nacion. Además, las evidencias han demostrado que Castillo ejerce el puesto usando todo el aparato del Estado para planificar, ejecutar y, finalmente, darle protección policial a los integrantes de la banda camorrera a su cargo. Protección que solo podría otorgarla la cartera del Interior, para la cual González fue escogido por el propio capo de la mafia. Una primera digresión obligaría a preguntarle a González si, previo a jurar, advirtió a Castillo de que, en su condición de ministro del Interior, su misión estaría abocada a perseguir el crimen “y a apresar a los prófugos buscados por la Justicia”. De haber sido así deberá explicarle a la opinión pública cuál fue la reacción de Castillo, capitán de la organización criminal, como le considera la Fiscalía. Evidentemente resultaría muy raro que González no le haya planteado ese preámbulo al mandamás de la mafia, sabiendo que entre la lista de facinerosos a quienes constitucionalmente estaba forzado a apresar se hallaban su esposa y sus sobrinos, su ex secretario general de Palacio, su ex ministro predilecto Juan Silva, etc.

Como fuere, después de ser retirado del cargo González presentó una gravísima denuncia: “El presidente ha interferido a la Justicia, anulando el esquema persecutor que organicé para atender el requerimiento de la Fiscal de la Nación, relativo a organizar un equipo policial especializado en perseguir y capturar a prófugos. Por tanto Castillo es un delincuente y no debe permanecer un minuto más en la jefatura del Estado (…) Si el Congreso y la Fiscalía son incapaces de removerlo del cargo, será el pueblo el que lo haga.”

¡González destapó la Caja de Pandora! Hoy acude al Congreso citado por la Comisión de Fiscalización para sustentar su denuncia. También ha sido llamado por la Fiscalía, tras su denuncia ante la probable comisión de delito por Pedro Castillo. ¡Amable lector, la estabilidad del Estado está en juego! ¡Atravesamos un terrible cuadro de anarquía y caos! La realidad confirma los hechos denunciados por la prensa libre, perpetrados por este régimen de delincuentes decididos a cubanizar el Perú.

Apostilla: Benji, abogado de Castillo, reveló: “según mi cliente, el cese del ex ministro González fue porque fracasó en la ubicación de los prófugos y porque incumplió rendirle cuenta de sus actos”. Delictivo que el presidente trate con cualquiera materias de Estado, y le encargue hacerlas públicas como vocero presidencial. ¡Ojo Fiscalía!

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