¡Castillo no tiene escapatoria!
De acuerdo a la tesis de la Fiscalía de la Nación y, también, según la teoría de la Comisión Fiscalizadora del caso Lava Jato del Congreso, el golpista Castillo “usó las arcas públicas para beneficiarse y favorecer a los empresarios que le apoyaron durante la campaña electoral de 2021, conformando evidentemente una presunta organización criminal familiar que tenía como coordinadora a su esposa, Lilia Paredes, a sus cuñados David y Walter Paredes y a su cuñada e hija putativa, Yenifer Paredes, junto con el empresario Hugo Espino, el ministro de Vivienda Geiner Alvarado y el alcalde de Anguía (Cajamarca) Nenil Medina.”
Según las pesquisas, un “decreto de Urgencia habría servido para direccionar proyectos de inversión a empresas consorciadas por esa organización criminal en colusión con autoridades y funcionarios públicos, priorizando proyectos de saneamiento, infraestructura vial y equipamiento urbano, en la Municipalidad Provincial de Chachapoyas”.
Salatiel Marrufo actuó como intermediario con los “empresarios” beneficiados (…) hasta que fuera apresado y el 7 de diciembre, 2022, cuando decidiera convertirse en delator y ese mismo día revelaba ante la comisión parlamentaria Lava Jato que “al presidente Castillo se le entregaban S/50,000 mensuales para mantener en el cargo al ministro Geiner Alvarado (...) En enero 2022, dentro del dinero que teníamos recibido de la señora Sada Goray, se le entregó medio millón de soles al presidente Castillo por intermedio del ministro Alvarado, también se entregaron en el despacho presidencial (…) El 16 de mayo 2022, el señor presidente visita el despacho del ministro Geiner Alvarado, y luego visita mi despacho, en donde personalmente le he hecho entrega de S/100 mil al presidente.”
Y el listado de Salatiel Marrufo sigue y sigue dando más pelos y señales sobre las satrapías de la organización criminal presidida por Castillo. En cualquier país del mundo bastaría esta acusación, corroborada por los delincuentes que intervienen en ella, para iniciarle un proceso judicial a Castillo. Pero estamos en el Perú, donde la corrupción campea y no da tregua. ¡Y la apaña la izquierda, con tal de que el beneficiario sea alguno de los suyos!
Recordemos, además, que el 6 de diciembre 2022, la víspera del golpe que dio Castillo, Salatiel Marrufo hizo público “que al día siguiente denunciaré ante la Comisión congresal” las trapacerías que le conocía a Pedro Castillo. Lo cual, sin la menor duda, gatilló el golpe de Estado que dio Castillo precisamente el 7/12/22. Concatenando estos eventos, resultan indiscutibles las evidencias que imputan a Castillo la condición de jefe de una organización criminal conformada por sus familiares y amigos para robarle al país.
Si acaso, en lugar de Castillo, el presidente de entonces hubiese sido algún político de derecha, pues téngalo por seguro, amable lector, que ahora mismo estaría procesado y próximo a ser condenado a cadena perpetua. ¡La gritería y las sublevaciones que organizan las izquierdas no son para defender a Castillo! Constituyen la defensa de ella misma, y asimismo de innumerables camaradas que incluyen a Humala, Marisa Glave, Vizcarra, Villarán, etc., envueltos en cuanta inmundicia uno imagine. Consecuentemente Castillo no tiene escapatoria.
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