ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Cómo cuesta reconocer…para algunos

Imagen
Sin vuelta atrás
Fecha Publicación: 14/09/2024 - 22:40
Escucha esta nota

La naturaleza humana evidencia que valorar y reconocer los logros y éxitos de las personas es algo muy difícil de hacer, y para los peruanos, peor aún. Esto demuestra un fenómeno psicológico que afecta a individuos que, a pesar de ver y conocer éxitos, metas logradas, mejoras y reconocimientos evidentes, dejan que sus complejos, debilidades, odios, miserias y resentimientos prevalezcan.

Así, hacen todo lo contrario: intentan convertir la verdad en mentira y la mentira en verdad.

En la década de los años 80, el Perú estuvo a punto de convertirse en otra Cuba, Nicaragua, Corea del Norte, Venezuela o, ahora, Bolivia, con niveles de pobreza y desigualdad increíbles y una corrupción generalizada.

Nuestra generación vivió y sintió los estragos de esa etapa sangrienta, donde los peruanos morían sin compasión como consecuencia de los ataques terroristas de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.

Sin embargo, hubo un líder que, con sus acciones y decisiones, junto con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, hizo que se les derrotara militarmente, evitando que nuestro querido país se convirtiera en el botín de una minoría extremista que solo piensa en su propio interés y que se alimenta de la pobreza, inocencia e ignorancia de una parte de la población peruana, así como del dinero que viene del extranjero.

En los años 80, económicamente, el Perú era un desastre con una inflación del 7,645 %. Doce millones de peruanos vivían en la pobreza y tres millones en pobreza extrema. Muchos otros buscaron nuevos horizontes en el extranjero.

Nuestro país era un caos: no había comida ni medicinas, y las familias temían salir de sus casas sin la seguridad de poder regresar. Sin embargo, ese líder seleccionó y designó a técnicos y especialistas que, en base a su capacidad y a la resiliencia de todos los peruanos, hicieron posible que saliéramos de esa situación económica crítica.

Los jóvenes de hoy desconocen esto, y engañados por una narrativa mentirosa, no valoran el esfuerzo de sus padres y abuelos porque no vivieron la escasez y la necesidad de satisfacer funciones vitales.

La historia es una, y le duela a quien le duela, hubo un Perú antes del 90 con caos, desesperanza y destrucción. Hubo un Perú del 90 al 2000, donde, con la aplicación de reformas y decisiones importantes, se combatió, se resistió y se venció.

También fue el inicio de la esperanza y el relanzamiento de un país con una Constitución Política adecuada a la época. Y, como no mencionar, también hubo grandes errores y delitos muy difíciles de digerir, y la historia se encargará de dar su veredicto final.

Luego, vino un Perú del año 2000 a la fecha, cuyo punto de partida fue la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional. Esta comisión fue el origen y la configuración de una traición a la patria de unos malos peruanos que utilizaron todas las herramientas necesarias para frenar lo que se había avanzado, sembrando y causando todo el odio y la venganza que hoy existen, dividiendo a los peruanos de bien, persiguiendo a los militares y policías.

Ahí se inició lo que vivimos hoy, donde los caviares se apoderaron de la justicia y la educación de nuestra patria, ganándonos la batalla cultural, lo que ha traído como consecuencia esta democracia endeble y frágil que hoy tenemos.

El fallecido ya descansa, pero muchos seguirán en la prisión de su odio, miserias y resentimientos.

Gracias, Sr. Presidente Alberto Fujimori Fujimori, y descanse en paz.

Por: Gral. Div. EP Ronald Hurtado Jiménez

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookXInstagramTikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.