Componendas bajo la mesa

Comentábamos ayer la condenable actuación de Fuerza Popular. Esta vez, en una segunda oportunidad en que se deja ver el fustán pactando con el enemigo. En este caso, conciliando con la izquierda. Porque, amable lector, la misión de la izquierda peruana, en general, es aniquilar al fujimorismo.

A este considera asesino por haber liquidado a las fuerzas terroristas del comunismo, apresado a su líder supremo abimael guzmán reinoso, y tomando prisioneros a miles de súbditos de este genocida que lideraba la agrupación sendero luminoso, en su delirio por imponerle al Perú una dictadura polpotiana.

Al respecto el domingo EXPRESO publicó importantes declaraciones del político de fuste Mauricio Mulder, líder y consagrado parlamentario aprista, referentes a nuestro comentario de ayer lunes, donde fustigábamos la actuación de Fuerza Popular en torno al sospechoso aplazamiento, “por quince días”, de la propuesta para denunciar a Ávalos, frustrada por la votación que adoptase el jueves el Parlamento posponiendo la votación de la denuncia de la comisión de Acusaciones Constitucionales a la cuestionada fiscal Zoraida Ávalos.

A criterio de Mulder, “es muy posible que esta suspensión sirva para iniciar un proceso de conversación con la señora Ávalos, a efectos de limpiar a muchos congresistas de las imputaciones que tienen. Sobre todo, los de provincias. El Ministerio Público tiene un gran poder (…) basta que un fiscal le abra un proceso a un parlamentario para que este se arrincone.” Respecto al aplazamiento del debate surgido porque, a dicho del presidente del Congreso, el legislador Bustamante estaba “indispuesto”, según Mulder sí pudo sustentar la acusación de manera remota.

Además, no era necesario mucho tiempo para leer algo que ya estaba redactado. Pudo habérsele encargado a cualquier otro parlamentario (…) como a la presidenta de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales. Ni siquiera tenía que leerse el documento. Podía haberse repartido copias. Es la segunda vez que se reprograma. Ocurrió igual en marzo de este año.

Es muy sospechoso. (…) Es claro que el partido fujimorista está tratando de sacar provecho de todos los problemas que tiene en una coyuntura como esta. Y si para ello tiene que votar con la oposición, seguramente lo hará, porque los procesos que tienen aún están abiertos (…) Es por la falta de ‘expertise’ política. La gran mayoría de (los congresistas fujimoristas) que están ahí aún son bisoños.

Aunque hay algunos que han pasado por varios parlamentos, pero parece que todavía no han aprendido. ¿Qué ganaron con pactar la elección del Defensor del Pueblo? En el fondo, la Defensoría del Pueblo no sirve para nada (…) no existe ningún caso histórico en los últimos años en el que el Defensor haya sido protagonista en un hecho vital para la vida política peruana (…). Pero tiene presupuesto y tiene presencia en todas las regiones.

Es una maquinaria inmensa con presencia en todo el territorio, manejada políticamente. Y a través de ella, podría hacer proselitismo. Es evidente. Va a poner a su gente en cada provincia; incluso, hasta en muchos distritos donde existen representantes de la Defensoría”.

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