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¡Con los días contados!

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Fecha Publicación: 07/11/2022 - 00:00
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El domingo, la capital del país salió nuevamente a las calles. Esta vez sin duda con bastante mayor participación popular. Protestaba contra el infame gobierno que preside un neófito apellidado Castillo. La reacción del precario inquilino de palacio fue anegar el centro de la capital –adonde expresaba su protesta una marcha ordenada, tranquila de gente indignada por la desastrosa situación del país a la que continúa conduciéndolo Castillo- con miles de policías agresivos; unos montados a caballo, otros portando sus lanza gases lacrimógenos. Todos comisionados a moler a golpes a quienes se atreviesen a protestar contra esta infamia llamada régimen Castillo. ¡Restringían delincuencialmente el derecho a la protesta consagrado por la Constitución! En simultáneo a la enorme marcha en Lima, ocurrió algo semejante en casi todo el resto del territorio nacional. Sin duda, las mayores voces de protesta estuvieron dirigidas contra la corrupción que encabeza Pedro Castillo Terrones, el presunto jerarca de una organización criminal dedicada a robarle a los peruanos. La marcha pacífica convocada bajo el lema “Reacciona Perú” fue ejemplar. Hasta que Castillo mandó a los esbirros del ministerio del Interior a que ataquen a caballazo y cachiporra limpia a quien encontrasen a su paso. Al grito unánime de “Fuera, Castillo, fuera” avanzaba un mar humano que varias veces debe de haberle obligado al chotano a ir al baño. Trujillo, Huancayo, Chiclayo, Cusco, Arequipa, Piura y otras ciudades del país demostraron el hartazgo generalizado de los peruanos contra este adefesio de presidente, rodeado de mucho inepto que funge de ministro; todos decididos a continuar llevando al país a la ruina.

“Yo no sé de qué pueblo habla (Castillo), cuando realmente es un cobarde. Los cobardes se encierran (como hiciera ayer el aún presidente); aunque él debiera estar encerrado en una cárcel. Creo que poco a poco los congresistas se darán cuenta que a Castillo no le deben nada” dijo ayer la congresista Norma Yarrow. Mientras que el legislador Muñante denunciaba “un abuso policial injustificado y desproporcionado” avalado por Castillo. Igualmente se pronunció la Defensoría del Pueblo, denunciando “el uso de caballos en movilizaciones y en protestas, prohibidos conforme a una sentencia judicial.” Asimismo, Jorge Lazarte, del Movimiento Integridad, dijo que “Más del 70% rechaza el trabajo del presidente porque es mediocre. Y ha demostrado ser mediocre desde el comienzo de su gobierno (…) y un país con tantas necesidades no puede tener de líder a un mediocre.”

Es manifiesto –y ciertamente justificado- el hartazgo de la inmensa mayoría de peruanos. En unos casos previsible (los ciudadanos que repelieron con su voto al hoy mandatario); y en otros no tanto. Por ejemplo en aquellos peruanos que, llevados por el odio cerril al fujimorismo martillado durante años por la izquierda caviar, a sabiendas de los antecedentes de Castillo votaron ciegamente por un incapaz, resentido social, dirigente del sindicato de maestros perteneciente a la vertiente radical denominada movadef, apéndice de sendero luminoso.

Que tome nota Pedro Castillo. El malestar ciudadano es manifiesto y creciente. Hoy podemos afirmar que su atrabiliario régimen tiene los días numerados.

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