¡Cuidado: Perú en la picota!

El grupo de Puebla y el Foro de Sao Paulo están atrás de la crisis en la frontera Peru-Chile. Han encontrado una nueva estrategia de penetración para imponer el chavismo en el Perú. Se trata de crear un conflicto para atizar la invasión de nuestro territorio por cientos de miles de venezolanos.

¡Sospechosamente, de un día para otro –precisamente cuando el chavismo se siente derrotado por la maciza posición de la mayoría del pueblo peruano, no contaminado por el comunismo– resulta que Chile decidió expulsarlos de su territorio por la frontera con el Perú! ¿Por qué? ¿Para que se sumen a aquellas decenas de miles de venezolanos descontentos que, irresponsable, temerariamente, dejara ingresar Kuczynski con su ilimitada apertura del asilo a los ciudadanos de ese país? La conducta de Chile no sería iniciativa propia.

Sería un mandato de La Habana-Caracas, a través del Grupo de Puebla y el Foro de Sao Paulo, para abrirle al Perú, perversamente, otro frente interno dirigido por el movimiento bolivariano. Este se alearía a la zurda peruana para provocar un próximo –y más violento– putsch, destinado a derrocar al gobierno Boluarte y reinstalar a Pedro Castillo como hombre de paja del eje Cuba-Venezuela-Colombia-Bolivia-Argentina-Chile. Completarían entonces el círculo de fuego comunista latinoamericano que lideran La Habana y Caracas. Porque, amable lector, súbitamente vemos que el problema humano creado por la deportación de Chile a los venezolanos, anteayer escaló a nivel de reclamo diplomático de Chile al Perú. En efecto, el viernes los carabineros clausuraron la frontera con el Perú, impidiéndoles el ingreso a los periodistas de nuestro país que cubren la crisis humanitaria venezolana.

Acto hostil, sospechosísimo, que convierte a la crisis humanitaria en un megaproblema diplomático. Escenario donde Perú tendría todas las de perder, gobernado por una jefa del Estado inexperta, timorata e izquierdista, que hasta hace apenas cinco meses era conviviente gubernamental de Pedro Castillo, socia de la ultraizquierda que dirige Vladimir Cerrón, y uña y mugre de la mafia cubano-venezolana que maneja al resto de gobernantes comunistas que integran el círculo de fuego bolivariano.

Recordemos, asimismo, que este conjunto de naciones, al mando de tiranos latinoamericanos rojos; están dominados por la prédica comunista que dicta La Habana, orientada a someter a sus pueblos a la miseria y la abolición de los derechos humanos (en especial, la libertad de sus pueblos), como vemos en Cuba y Venezuela. Este eje ya administra Cuba, Venezuela, Nicaragua, Colombia, Chile, Bolivia y Argentina. ¡Y le urge, estratégicamente, incorporar al Perú para cerrar el círculo dictatorial americano que, con México y Cuba, formarían el clan latinoamericano creado, ex profeso, para convertir al subcontinente en un bastión del comunismo internacional, asentado a las puertas del baluarte democrático y libertario: los Estados Unidos de Norteamérica.

Apostilla. Geopolíticamente, China viene haciendo su trabajo en la región. En el Perú tiene dos megapuertos, únicos en Sudamérica: Chancay y Marcona (sería reconvertido en puerto de gran calado); y entre otras megainversiones, dueña de nuestros principales centros mineros, las únicas dos centrales distribuidoras eléctricas de Lima, etc.

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