ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Cuy de tres cabezas

Imagen
Fecha Publicación: 21/09/2021 - 22:59
Escucha esta nota

Los políticos para ocultar su posición sobre temas controvertidos, utilizan interlocutores que sobre lo mismo opinan diferente “para quedar bien con Dios y con el diablo”. Quién no recuerda la “escopeta de dos cañones” del Apra o el “doble rasero” de los que hablan en rojo y votan en verde.
Este gobierno, debido a tanto injerto, parece ser un cuy que sobre su cuello tiene tres pesadas cabezas. La primera de los maestros liderada por Castillo, con respaldo del poder caviar. La segunda encabezada por Cerrón y sus perversos aliados en Junín; y la tercera liderada por un diverso grupo con ideas radicales que podrían haber sido sus socios en la campaña.
El gobierno de Pedro Castillo no es la excepción en disputas y posturas al interior de su partido. Somos testigos de marchas y contramarchas, nombramientos y destituciones, o propuestas irrealizables que luego con cinismo negaron. Pero sobre todo asombra ver cómo le cuesta tomar decisiones al señor Castillo. Es fácil especular sobre la complejidad del proceso interno para ponerse de acuerdo.
En medio de indecisiones, el pasado fin de semana, Castillo ha comenzado su periplo por México y los Estados Unidos, para asistir a diversos foros que incluyen el Consejo Permanente de la OEA, la Asamblea General de la ONU y AMCHAM. Lamentablemente hemos perdido una extraordinaria oportunidad para sacarle brillo a nuestro país, mostrándolo “sexi” para los inversionistas, seguro y predictible para proyectos mineros, respetuoso de los tratados de libre comercio para mejorar nuestras exportaciones, atractivo para fortalecer nuestro turismo post pandemia. Pero nada de eso hemos visto en su presentación en la OEA y la reunión con empresarios americanos en AMCHAM. Parece que sus principales objetivos han sido convencerlos de que no es comunista, que su gobierno no ha llegado para expropiar nada a nadie y victimizarse del país que le tocó gobernar.
Difícil que los inversionistas extranjeros puedan creerle a un presidente que hasta hace unas semanas hablaba de luchar para recuperar para los peruanos el gas de Camisea, que para promover el libre mercado y regularlo pone a cargo de Indecopi a alguien que cree en un estado gestor que compita con la inversión privada; y mientras él habla allá, acá presentan un proyecto para amordazar la prensa.
El Castillo de Washington parecía un cura de parroquia, diferente al de sus incendiarios discursos en plazas de provincias. Este parecía apelar a la solidaridad de los países ricos, para conseguir donaciones para un país pobre, en vez de mostrarse como el líder que transmite confianza en su gobierno para atraer inversiones en áreas claves que permitan disminuir las inmensas brechas en salud, educación, conectividad, etc.
¡No fuimos a dar lástima, mucho menos a tratar de conmoverlos!

Para más información, adquiere nuestra versión impresa o suscríbete a nuestra versión digital AQUÍ.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.