¿El circo Perejil 2.0?

Allá por los años setenta y ochenta en nuestra ciudad existió un circo de barrio, al que no lo detuvieron los problemas que fueron muchos, para que levantara su raída y polvorienta carpa, parches incluidos, para llevar alegría a los niños de los barrios más pobres, todo podía esperar, pero no la función circense.

Tony Perejil era el promotor, dueño, presentador y payaso de aquel emprendimiento del entretenimiento de la época. Hoy el tiempo ha pasado, las técnicas se han perfeccionado y podríamos afirmar que el otrora “Circo Perejil” ha evolucionado, mutando a una nueva concepción holística e inclusiva, que no solo está confinado en un pequeño terral ensimismando a los niños en la función, sino que tiene a todo un país insumido en el devenir de la teatralidad diaria rayando en lo patético.

Hoy el Circo Perejil versión 2.0 tiene una carpa que cobija a todo un país, con eventos que irrumpen constantemente en los múltiples escenarios, pero no solo por los personajes que saltan al ruedo, sino que los eventos de la naturaleza diversifican más aún la variopinta oferta de espectáculos, lo que contribuye a distraernos de lo que realmente se construye detrás de las tramoyas.

Yaku y la reconstrucción sin cambios, los desastrosos sucesos en Lima y el sur del país, incluyendo por supuesto el impedimento del izamiento de nuestro pabellón, los venezolanos en la frontera sur, los mocha sueldos del Congreso, dignos herederos de los come pollos y lava pies, el cambio súbito de ministros, incluido el pelotero de los cuellos blancos, la extradición del sano y sagrado, Popi y la liberación de las observaciones de la Interoceánica, la investigación a la fiscal de la Nación, la acusación constitucional al lagarto, la Betssy y sus amiguitos con su victoria pírrica, el próximo Niño pronosticado para octubre, las injerencias de AMLO y Petro, la inacción en el tema del Gallo Zamora, el burro que quiere que lo paseen de Barbadillo a la Plaza Bolívar para poder jurar, Gahela con su show progre, las Fuerzas de Seguridad desarmadas y un largo etcétera, no pueden hacer que perdamos el enfoque de lo que vendrá.

Esta relativa tranquilidad a la que muchos aluden y con la cual muchos ya se sienten cómodos viendo el espectáculo de los equilibristas, trapecistas y malabaristas, lo único que esconde es una nueva arremetida con vistas a las próximas, aún no definidas elecciones y lo que es una constante a la vista es que los partidos y actores políticos, que cada vez son más, están imbuidos en la agenda propia sobre la del país. ¿Es acaso que no hemos aprendido nada? Como decía mi abuelita: “Cuando el diablo no tiene oficio, mata moscas con el rabo”, estamos desenfocados en lo que deberíamos… ¡¡¡O nos unimos o nos hundimos!!! …Que la miopía política no nos vuelva a atropellar, evidenciando nuestra miopía cerebral.

Por Francisco Calisto Giampietri

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