ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

El héroe discreto

Imagen
Fecha Publicación: 12/10/2023 - 22:10
Escucha esta nota

El último domingo 1 de octubre tuve la triste noticia del fallecimiento de un ilustre peruano como lo fue Alvaro Chocano Marina. Tuve el gusto y honor de conocer gracias a la amistad que desde joven me ha unido a sus hijos. Don Alvaro había nacido en Arequipa el 13 de julio de 1928, estudió en el colegio la Salle de esa ciudad, y siguio la carrera de derecho en la Universidad San Agustín. Su vocación justiciera y su gran nobleza lo llevaron desde muy joven a seguir la senda de la magistratura, empezando su carrera como auxiliar adscrito a una fiscalía, pasando luego a ser secretario de la segunda sala civil de la corte superior arequipeña. En 1961 asciende a juez de primera instancia, y en 1967 fue nombrado vocal superior, para alcanzar después la vocalía suprema que en 1981 lo consagro como presidente de la Corte Suprema.
Además ocupó cargos de relevancia en el Ilustre Colegio de Abogados, integró el Consejo Nacional de la Magistratura, fue presidente del Jurado Nacional de Elecciones. En este último encargo es de resaltar que en todos los procesos electorales que condujo se destacó la mayor transparencia y limpieza, sin ningún tipo de cuestionamiento y con el reconocimiento de todos los actores políticos.
Cuento una de anécdota del tiempo que fue presidente del tribunal supremo que lo pinta de cuerpo entero. Fue un domingo cercano a navidad, cuando yo era un joven estudiante de derecho. Llegué temprano a visitar a sus hijos y me encuentro con una persona que no conocía tocando el timbre de su casa para alcanzar un regalo. Don Alvaro salió a la puerta, no se imaginan el enfado que transmitía, y le pidió a la persona que se llevara el obsequio porque un juez no podía aceptar regalos de nadie, pero a pesar de su molestia todo lo dijo con mucha educación y la altura propia de un gran señor.

En nuestra sociedad estamos acostumbrados a que se aprecie el heroísmo como si este fuese propio de gestas sonoras y se olvida que, muchas veces, el complimiento estricto del deber, el culto a la honradez y la rectitud de toda una vida son otra forma, tal vez sutil, de heroísmo. Estoy seguro que ese heroísmo discreto que ha ejemplificado Alvaro Chocano Marina, marcado siempre por su estricto sentido de justicia será valorado como un norte de conducta por nuestros jueces supremos a quienes les lega su limpia carrera, su sabiduría jurídica y su calidad humana de hombre de bien.
Lamentamos profundamente la partida de don Alvaro, hombre inteligente y sencillo que encontró en la búsqueda de hacer justicia la forma de heroísmo que tanto necesita nuestro país y, cuya vida y carrera deseamos que sirva como fuente de inspiración a todas las generaciones venideras y se pueda entender que se pueden hacer las cosas no solo bien, sino además de manera justa, y honrada. Descanse en paz don Alvaro.

Por Juan Enrique Dupuy García

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.