¡El Niño en el horizonte!
Un clarísimo informe, de la agencia Infobae, retrata lo que podría constituir una nueva afrenta climática para el planeta: el fenómeno El Niño a nivel global. La presencia de interminables lluvias con sus correspondientes huaicos y/o riadas, según la zona, causando deslizamientos, equivaldría al común denominador en todos los continentes.
El informe señala que la NOAA (siglas en inglés para la Oficina nacional de Administración Oceánica y Atmosférica norteamericana) ha emitido últimamente su pronóstico: “Existe una probabilidad de ocurrencia del Niño Global con magnitud moderada, mayor al 80%. Porque el calentamiento del Océano Pacífico, cercano a las costas de Sudamérica, permanece siendo ´sorprendente´”.
Y agrega: ”La combinación de un tercer evento de viento del oeste, pronosticado a mediados de mayo, y altos niveles de contenido de calor oceánico por encima del promedio significa que potencialmente El Niño está en el horizonte”.
Asimismo, puntualiza que “Todavía sería posible que la atmósfera tropical no se acople con el océano, y que El Niño no se materialice (5 a10% de probabilidad) (…)”. La NOAA considera que, “si bien es probable que algún evento de El Niño sea débil, la gama de posibilidades al final de este año (entre noviembre 2023 y enero 2024) incluye una probabilidad del 80 % de, al menos, un evento El Niño moderado; y una probabilidad del 55% de un evento El Niño fuerte”.
Como vemos, la verosimilitud de que el mundo viva un Niño (moderado o alto) en el curso de este año, es bastante elevada. Estas predicciones ya han obligado a la gran mayoría de países a adoptar medidas urgentes, con mayor énfasis en el aspecto preventivo aunque sin descuidar el campo reconstructivo.
Pero, ¿qué previsiones viene adoptando el régimen Boluarte? La experiencia nos demuestra que Humala, Kuczynski, Vizcarra y, de hecho, aunque con más evidencias, Castillo, nunca adoptaron iniciativas preventivas. Muchísimo menos, ejecutaron estrategias serias, tanto para socorrer a los damnificados como para reconstruir las infraestructuras afectadas y/o destruidas por la naturaleza.
El reciente episodio de El Niño costero confirmó que los cuatro citados presidentes jamás ejecutaron las múltiples obras de reconstrucción que debieron erigir, presupuestadas y planificadas por sus predecesores. Ni tampoco construyeron infraestructura nueva, como determinaba el sentido común. Las consecuencias están a la vista. ¡El Norte se inunda y destruye cada vez que sucede algún fenómeno de El Niño! Sea mínimo o intenso. ¡Ahora póngase a imaginar, amable lector, ¿qué podría suceder, si El Niño que se está aproximando fuese de gran intensidad? Basta de gobernantes temerarios a los que la gente les interesa un comino. ¡Salvo que exista alguna coima como aliciente para que trabajen! La presidente Boluarte dijo recientemente: “El consejo de ministros ha citado a un consejo extraordinario para recibir los informes de las áreas competentes de cada ministerio.
Debemos tomar medidas para que nuestras hermanas y hermanos, sobre todo del norte, por donde pudiese pasar El Niño Costero o El Niño Global, no sufran, Hemos conversado con Indeci, Reconstrucción con Cambios, y ministros para ver, desde hoy, qué acciones adoptar”. ¡Incluso hoy, sería tarde!
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