El país de los zombis

¡A PASO ACELERADO! Es lamentable cómo avanza en gran medida la ESTUPIDEZ. Hipnotizados, sonámbulos, zombis están dispersos por todo el país. Es una plaga silenciosa: los alimentan con estiércol, se sienten satisfechos de aplacar el hambre con lo inservible, con desperdicios. Los despellejan, humillan, maltratan, descuartizan, pisotean, y ellos, sin quejas ni murmuraciones.
Somos testigos reincidentes del morbo, permisibles de las escenas execrables, atormentados sin enmiendas, asiduos sin corrección. Conviven en las redes sociales, su instrumento de perdición. Llaman a Cloto, Láquesis y Átropos, deidades que los reciben con los brazos abiertos. Se carcajean: ¡es el país de los zombis!
Señal de alerta, aviso anticipado con mirada astral: ¡TODO ES PARTE DE UN PLAN MAQUIAVÉLICO, PERVERSO!
¡Dejémonos de hipocresías! Esto no es de ayer, ¡esto es cíclico! No hay intención ni voluntad de cambio POR AHORA. Las utilizan como portada de venta en quioscos, programas y televisión basura; y las ONG, que se volvieron multimillonarias en su nombre, no las recuerdan. La APCI y el Ministerio Público los miran como intocables, no fiscalizan, no rinden cuentas a nadie. A todas luces, dinero del crimen organizado internacional, lavado de activos: ¡el país de los zombis!
Las familias peruanas están en estado de descomposición, quebradas. La situación de precariedad es preocupante: el 60 % de las familias que radican en Lima trabaja en el sector informal, el 52 % está subempleado y el 56 % no cuenta con afiliación a un sistema de pensiones. Al sentirse agobiados por la misma situación, ponen como objetivo número uno el monedero, el pan, la barriga llena y el corazón destruido; los hijos después. Las desigualdades y la falta de políticas efectivas de protección social demuestran la vulnerabilidad que enfrentan ante los desafíos significativos para asegurar su estabilidad financiera a largo plazo.
En otro escenario del país de los zombis, seguimos silentes ante un Kongrezoo maléfico que acomete nuestros valores morales, poniendo a prueba la unidad y resistencia de los Peruanos de Bien, procurando confundir a la generación venidera que no son dos, sino tres géneros. Recuerden que las leyes, como toda institución, siempre deben ser impersonales: no tienen identidades ni pertenecen a grupo alguno; son producto de la voluntad popular representada para la defensa del interés común. ¡Está prohibido! ¡Proscrito! La Constitución del Perú lo señala en su artículo 103.
Líderes del pasado señalaron que los peruanos son complicados, complejos. Por mi parte, diré que son de pronóstico reservado, que hay mucho por hacer: cortar las taras. “Mi boca indica una cosa y el cerebro otra.” Dejemos de cargar las cadenas de la esclavitud mental, digamos las cosas por su nombre, no consintamos lo inmoral, anormal, ilegal, abusivo y criminal. ¡Sacúdete de ese lastre! Nada es imposible. ¡INSISTIR, RESISTIR Y PERSISTIR!
Unámonos los Peruanos de Bien, seamos evangelizadores de la nueva política nacional que cada día va en crecimiento. No olvidemos cada mañana dar gracias mirando al infinito y, de acuerdo con tu creencia, la FE es lo que nos salvará y mantendrá de PIE. ¡DESPERTEMOS!
He dicho.

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