El robo de las pensiones

La ley No. 4916 (inicia el pago de pensiones por años de servicio) promulgada por Leguía el 7/2/1924, la ley No. 8433 (Seguro Social Obligatorio) promulgada por Benavides el 2/9/36, el Decreto Ley 19990 dado por Velasco 24/4/73 (crea el Sistema Nacional de Pensiones) y el Decreto Ley 20530 de Velasco 26/2/74 (crea pensiones para servidores públicos), forman el fundamento pensionario peruano.

Lamentablemente, a lo largo de cien años de vigencia de la Seguridad Social y de los sistemas de pensiones públicas, el Estado peruano le ha robado muchos miles de millones de soles a los asegurados y los pensionistas, aparte de afectarles severamente su salud y pauperizar sus presupuestos de vida. Las pensiones las administraban los sucesivos gobiernos, a través de instituciones que manejaban como propiedad del Estado los funcionarios públicos a órdenes de los sucesivos gobernantes y sus respectivos ministros y/o colaboradores de confianza.

El uso y abuso de los fondos propiedad de los pensionistas llegó a tal extremo, que se usaban para cubrir y/o financiar los déficits presupuestales, como para solventar obras para vivienda popular, o construir enormes edificios para albergar ministerios u otras entidades públicas. El listado completo de los usos del dinero de los pensionistas que ha hecho el Estado peruano durante un siglo es interminable; y la cuantificación de las cifras resultaría ocioso pretender conocerla al detalle. ¡Aunque sus montos se miden por varios miles de millones de soles!

Es más, hasta la entrada en vigencia del exitoso régimen de las AFP, la norma general era la quiebra permanente de la caja única de pensiones, la que manejaba el Estado. ¡Pero en 1993, vino la reforma previsional! Se instituye vía reforma constitucional mediante un sistema llamado “deslaboralización” (“la coexistencia de dos sistemas contributivos paralelos y obligatorios: uno público administrado por la Oficina de Normalización Previsional – ONP- y otro privado, dirigido por las Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones – AFP”).

Aquello reconvirtió nuestro país vía la acumulación del ahorro privado de las pensiones, a través de fondos administrados por cada una de las AFP. Estos recursos han servido para garantizarle al trabajador el pago de sus pensiones jubilatorias, al igual que para financiar una buena parte del enorme crecimiento macroeconómico que ha consolidado el Perú en estas últimas tres décadas.

Sin embargo el beneficio que tuvo el trabajador que optó por el sistema privado de pensiones, nunca lo alcanzó el pensionista inscrito en el mecanismo o fondo estatal de pensiones. Es más hoy el fondo estatal se encuentra desfinanciado y con serísimos problemas para atender el pago de las pensiones de millones de peruanos quienes, nueva e ilusamente, volvieron a apostar por el Estado como su administrador.

Hoy la izquierda maniobra en el Parlamento para robarle todo su capital a los millones de pensionistas que mantienen su fondo asegurado en una AFP, a efecto de estatizarlo y aportarlo a un nuevo fondo pensionario único -que volverá a manejar como suyo el Estado- administrado por los comunistas de siempre. ¿Está dispuesto a que le roben sus pensiones, amable lector?

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