El ser humano y la ansiedad

Tradicionalmente se le ha calificado dentro de su estructura en dos áreas, mente y cuerpo, empero con el desarrollo de las ciencias sociales se le ha comprendido como una unidad biopsicosocial y espiritual, que siente emociones que no simplemente las racionaliza sino la expresa a través de los procesos cognitivos estableciendo comunicación entre el emisor y receptor obteniendo resultados de lo que se pensó y sintió.

La ansiedad es un estado psicológico permanente o transitorio de preocupación para resolver los temas internos de cada persona o sociedad en su conjunto con la finalidad de encontrar equilibrio, estabilidad, paz, sosiego, serenidad para ser asertivo, y que tiene su origen en el medio ambiente donde interactúa la persona y cómo canaliza los pensamientos que le asaltan a la mente, y si se trata de una personalidad fuerte, sabrá afrontar los avatares, y sí es débil, será dificultoso resolverlos. Empero con ayuda que signifique soporte emocional podrá lograr y superar y resolver las ideas que rondan por la mente y logrando lo que fue difícil en su momento ahora lo sabe canalizar para bien, aprendiendo a manejar la ansiedad, que simplemente es el miedo de resolver las cosas.

En la antigüedad los problemas de la ansiedad eran catalogadas como problemas mentales incurables, requiriendo muchas veces el internamiento en los sanatorios, aislados, amarrados, inclusive se calificaba como castigo de Dios, pero cuando surge la percepción de las relaciones con los seres humanos y no con un ser superior, la perspectiva del ser humano cambia, evoluciona, se dan cuenta que las dificultades están en la persona y el medio ambiente que les rodea y hacemos tomar conciencia al sujeto que los padece va a liberarse de esas ataduras mentales logrando ser libre y que la sociedad en que convive lo acepta por la capacidad de poderse integrar al medio ambiente y participar activamente, haciendo prevalecer sus ideas cuando tiene razón y no sentirse marginado y sí tiene esa sensación está preparado para afrontarlo.

En el siglo pasado y en el actual los problemas de la ansiedad se han agudizado por la cantidad de familias disfuncionales, el maltrato físico, psicológico, sexual, que el niño o niña no sabe como actuar, no se comunica y guarda sus preocupaciones en su fuero interno sin resolver, afectando el rendimiento escolar y adaptación. En los años pasados en las escuelas y universidades no se contrataba a los psicólogos, el índice de incidencias era menor, la escuela y los padres podían manejarlos, ahora no, se exige a través del ministerio de educación, que en las escuelas y universidades tengan departamento médico y psicológico para manejar los diferentes casos que se presentan en el desarrollo de la vida escolar y universitaria; y que el problema no son los niños en sí, porque ellos son fruto de la dinámica familiar y están obligados a citar a los padres para que colaboren en solucionar los problemas de ansiedad de los niños, sin embargo muchos no lo hacen, porque creen que van afectar a los padres y pueden tomar represalias o separar al estudiante de la escuela o la universidad con el agravante que el problema principal son los padres y se hacen de la vista gorda con consecuencias fatales e irremediables muchas veces por no haber respetado la salud mental de los niños y niñas.

Recuerdo de un niño compañero del primer grado en el colegio, sufría de ansiedad, pánico, problemas de lenguaje y adaptación, los maestros nunca se preocuparon por la salud y rendimiento en la escuela, nunca observe que hayan citado a los padres, el niño era el hazmerreír del aula y la escuela, el profesor en lugar de ayudarlo lo retiraba del aula y lo encerraba en el depósito, el profesor Sayán y los curas maristas no hicieron nada por él.

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