El titiritero Martín Vizcarra

La Junta Nacional de Justicia (JNJ) es un ente constitucional y autónomo; pero peligroso y de origen debatible. Surgió hermanada al “Escándalo los Cuellos Blancos”, montaje de la izquierda caviar para controlar la Judicatura, el sistema electoral (JNE/ONPE) y, asimismo, Reniec, organismo encargado de registrar la identificación de los 33 millones de peruanos.

Padre de la criatura fue Martín Vizcarra, expresidente golpista investigado por el escándalo Odebrecht y vacado por inmoral. Asimismo, ese sujeto es responsable de la muerte de más de 200,000 peruanos por su infame manejo de la pandemia Covid; lo que condujera a la muerte a más de 200,000 peruanos y generara la quiebra de muchas Pymes.

Todo gracias a la complicidad criminal entre el régimen Vizcarra y la coalición de medios que controla un trust periodístico, liderado por República, Comercio, RPP, canales 2, 4, 5, 8, 9, groseramente “premiado” antes por la gestión PPK. Este trust reverberó hasta la náusa la miniserie 'Los cuellos blancos', producida en 2018 por IDL Reporteros para incriminar a vocales y jueces –no caviares– en actos de corrupción y/o vetados mecanismos de influencia.

Vizcarra usó la reacción que aquello produjo ante la opinión pública para fabricar la JNJ, y apropiarse de los sistemas Judiciales, Electorales, Fiscalía de la Nación y Reniec. Así consiguió que el Congreso –al que antes amenazó con cerrarlo (cosa que hizo al año siguiente)– apruebe la ley que proscribió la reelección congresal, y reemplazó al Consejo de la Magistratura por la Junta Nacional de Justicia.

Desde allí, Vizcarra controlaría la designación, ratificación y/o destitución de los jueces y fiscales, y las cabezas de la ONPE y Reniec, actualmente en mayoría administradas por gente de su simpatía. ¡Indiscutiblemente, la todopoderosa JNJ manipula el poder Judicial, al Ministerio Público y al jurado electoral! Por si fuera poco, mueve los hilos de la política, vía Fiscalía y Judicatura, imputando a fujimoristas y apristas como metodología para enervar la participación de sus partidarios en procesos electorales, borrándolos del ámbito político por quítame estas pajas. Es decir, violando sus derechos a gobernar el país.

Hoy la JNJ la manejan dirigencias afines a la izquierda. Pasa igual con el Jurado Nacional de Elecciones. Tanto es así que en 2021 facilitó que el comunismo inscribiera la plancha de Castillo sin un primer vicepresidente. ¡Únicamente registró a Dina Boluarte como segunda vicepresidente! Un hecho a todas luces ilegítimo, inconstitucional, sobre el que muy pocos hemos reclamado.

Como resultado, el aún presidente del JNJ es culpable de este atentado contra la Constitución, incitador de la ingobernabilidad y responsable de la imposibilidad presidencial de asistir a foros internacionales para limpiar el nombre Perú, mancillado por las izquierdas locales/internacionales.

Finalmente la JNJ de Vizcarra es causante del grave caos existente en el Ministerio Público, donde Zoraida Ávalos, ahora fiscal suprema y antes fiscal de la Nación, confabula contra doña Patricia Benavides, actual fiscal de la Nación, para que el vizcarrismo vuelva a dirigir la Fiscalía y salve a todos aquellos sátrapas –peruanos y extranjeros– involucrados en el affaire Lava Jato, presuntamente a cambio de alguna multimillonaria sorpresa.

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