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El Trastorno Bipolar (Enfermedad Maniaco-Depresiva)

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Fecha Publicación: 19/02/2019 - 21:10
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Cambios en el estado de ánimo, desde la tristeza y desesperanza (depresión) hasta la euforia o exaltación (manía), caracterizan la enfermedad. Afecta a ambos sexos, suele iniciar al final de la adolescencia y con el tiempo los episodios aumentan.

La estructura central de la Bipolaridad es la oscilación emocional. Amigos y familiares pueden notar cambios de ánimo. El paciente y su padecer, no es comprendido por la familia y el entorno.

Polos opuestos

Polo Maníaco: ánimo elevado, habla, piensa, se mueve más rápido; risas, bromas  con el interlocutor, duermen pocas horas, energía ilimitada, pérdida de peso, a veces eufórico, distraído, irritable, escasa tolerancia a la frustración. Los pacientes maníacos pueden tener interminables conversaciones a toda hora sin tener conciencia de su de su invasividad. La sensación de grandeza puede llevarlos a despilfarrar, tomar pésimas decisiones financieras o promiscuidad sexual.  Incluye o no síntomas psicóticos. Los episodios pueden durar 1 a 2 semanas, seguido o precedido de depresión o conducta normal.

Polo Depresivo: Movimientos lentos, pérdida de interés y del apetito, humor triste, desesperanza, disminución de energía,  culpa, dificultad en la concentración y toma de decisiones, pensamientos de muerte o suicidio como único camino para terminar con el sufrimiento.

Causas

Hay un componente genético hereditario, siendo una enfermedad de presentación familiar. Un defecto en el trasporte del Litio. Situaciones de estrés agudo o  prolongado.

Vínculos destructivos en la infancia, carencia de afecto, desamparo, necesidad de reconocimiento, experiencias mal interpretadas como fracaso personal;  predisponen a la enfermedad.

Bipolar tipo I, II, episodios mixtos, son nuevas o modernas clasificaciones que pertenecen al ámbito Psiquiátrico. Se debe hacer una evaluación longitudinal de la Historia Clínica.

Prevención

Reconocer los primeros síntomas del estado maníaco, evitar estresores, crear conciencia de los peligros del funcionamiento personal, laboral y familiar. Fármacos como el litio, estabilizadores del ánimo y una estadía internado con psicoterapia puede beneficiar al paciente incluyendo a la familia y  pareja como red social de apoyo.

Bipolaridad como don

No hay curación definitiva, aún con excelentes tratamientos y medicación, los pacientes seguirán sufriendo, sólo hay períodos de remisión de síntomas y recaídas.

Ante esta inestabilidad emocional no aceptemos resignación ni temor Hay un camino de crecimiento si lo vemos NO como una desventaja, sino como talento que bien llevado puede conducir a la genialidad como fruto de oscilación de las emociones, tomando en cuenta la capacidad creativa, imaginación, intuición, curiosidad por explorar y aprender, que están presentes en las fases maníacas. No lo veamos como una condena ni un destino irreversible. Mejor transformar el “subibaja” afectivo en una fuerza creativa del espíritu del hombre.