ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

“Grandes psicólogos y psiquiatras de la historia”, de Manuel de Arboccó de los Heros

Imagen
Fecha Publicación: 20/09/2023 - 21:30
Escucha esta nota

En el libro Grandes psicólogos y psiquiatras de la historia, de Manuel Arboccó de los Heros, se estudia los momentos cumbres de ambas profesiones. Uno de los más importantes lo marcó Sigmund Freud, cuando centró en el lenguaje sus estudios sobre el inconsciente, en cómo un paciente podía encubrir sus traumas, los cuales, luego de una indagación por parte del terapeuta, salían a la luz, pues habían estado ocultos por ser recuerdos o sentimientos no aceptados. A veces la clave de una curación la tenían los sueños, una obsesión puntual, un síntoma corporal y persistente que sobrevendría luego de algún suceso decisivo, o una palabra o frase que un sujeto repetía de manera constante, a veces sin advertirlo.

Por otro lado, el psicoterapeuta Eric Berne expone que los seres humanos tienen necesidad de cualquier tipo de reconocimiento, esta necesidad se divide en lo que él llama: “caricias positivas” (como un saludo, una sonrisa, un beso, un cumplido, un obsequio, etc.) y “caricias negativas”: un insulto, una ofensa, una broma cruel. Y que muchas veces la gente prefiere una “caricia negativa” (que denote odio), a la indiferencia, y que ello se debe a que la mayoría ha recibido desde la infancia, por parte de padres y allegados, descalificaciones y agresiones psicológicas, por lo que muchos se vuelven adictos a ellas y las consideran preferibles a no recibir ningún reconocimiento. Esto les lleva a mantener una relación violenta con sus parejas.

Del mismo modo, el psicólogo Erich Fromm menciona que en ciertos individuos predomina el “síndrome de la decadencia”, es decir: el amor a la muerte, el narcisismo maligno y la fijación simbiótico-incestuosa. Esta condición mueve al hombre a destruir por el gusto de destruir. Lo opuesto sería el “síndrome del crecimiento”, que consiste en el amor a la vida, el amor al hombre y la independencia.

El síndrome de decadencia aparece cuando la fe de una persona es quebrantada por la traición de un padre, un amante, un maestro o un ídolo. El individuo engañado o desilusionado empieza a odiar la vida e ingresa en un torbellino de depresión, violencia, adicciones y una vida vacía y sin rumbo. Estas personas se sienten atraídas por todo lo que no vive: cadáveres, marchitamiento, heces, basura, etc.

Esta compilación de Manuel Arboccó constituye un análisis interesante y muy detallado de muchos más investigadores, ensayistas y teóricos brillantes, que marcaron la pauta con sus descubrimientos en distintas épocas.

Por Evelyn García Tirado 

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.