¿Hasta cuándo, presidente Boluarte?

La verdad es que dice mucho de la presidente Boluarte, esta reticencia a poner en su lugar a aquellos quienes están complotando contra su propia estabilidad, como gobernante constitucional del Perú. Mandar a terceros para hablar en su lugar, no es la talla que debe exhibir una jefe de Estado cuando un par suyo se resiste a dejar de ensuciar su honor, a desacreditar la democracia peruana, y a desestabilizar a su propio gobierno.

Llegado el momento –incluso sobrepasado en este caso– le corresponde a Dina Boluarte, en calidad de mandataria, poner en su lugar a quienes juegan con el prestigio del Perú, calumniándolo a niveles de escándalo internacional. Como bisoña que es, en menesteres de Estado, tal vez ella adolezca de reflejos y conocimientos para entender el grave momento y crítica situación, ante la comunidad de naciones, en que la ha puesto este tipejo senil apellidado López Obrador, que funge de presidente de México, cuya patología lo asemeja más bien a un reblandecido bocazas, suma cum laude en charlatanería barata.

Este orate mexicano, comunista para más señas, emana diariamente una verborrea vejatoria contra el Perú y contra su presidente de la República, perdido en el espacio de su ideologizado convencimiento que Pedro Castillo sigue siendo presidente Constitucional del Perú, y que Dina Boluarte es una impostora, golpista, que delincuencialmente lo mantiene encarcelado en un penal por ser ella cómplice de los intereses de “una segregacionista sociedad peruana”. ¡Nada de esto, oiga usted López Obrador! ¡El golpista es Castillo! Además de ser corrupto, comunista, empobrecedor de su pueblo y mentiroso, tal como le gustan a usted.

A él lo destituyeron las entidades democráticas que integran el Estado de Derecho que prima en el Perú -y que Castillo pretendió aniquilar- vacándolo el constitucionalmente Congreso. Aunque como todo buen prepotente comunista –usted lo es- jamás compartirá las reglas de juego de la democracia. Porque usted comulga, más bien, con aquellos usos y costumbres totalitarios de sus amigotes los Castro, Chávez o Maduro. ¡Pero, en todo caso, haga un esfuerzo, oiga usted López Obrador! Y entienda que sus comentarios constituyen un agravio internacional que, tarde o temprano, las consecuencias más bien no las pagará usted porque los años de vida que le restan (inclusive el desvariado cerebro que le acompaña) no lo permitirán. ¡Eso sí, quedarán grabadas en la historia de esa extensa trayectoria de amistad que existió entre Perú y México!

Respecto a la presidente Boluarte, la mayoría de peruanos le exigen que salga al frente y encare al afiebrado mandatario mexicano, a efectos de resguardar el prestigio internacional del Perú y el suyo propio. Asimismo para poner en claro, frente al mundo, la verdadera historia del terrible proceso que soportara el Perú entre el 28 de julio 2021 y el 7 de diciembre 2022, bajo la presidencia de Pedro Castillo. Usted, mejor que nadie, ahora conoce las trapacerías, omisiones; los desatinos y destrozos que causó quien fue compañero de fórmula presidencial suyo. ¡Pero hágalo ya! ¡Levante enérgicamente aquellos cargos que le imputa este decrépito extranjero!

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